Este año, el Instituto Nacional Electoral (INE) ampliará su monitoreo para vigilar que las señales de televisión de paga cumplan con difundir los promocionales de partidos políticos, sin embargo, aún falta para que éste sea completo.

El 40 por ciento de emisoras de ese tipo y en señal abierta seguirán sin ser analizadas para determinar si cumplen con su obligación.

El acuerdo implica que serán vigiladas 390 de 735 señales obligadas a retransmitir geográficamente. Ayer fue aprobado por los consejeros que integran el Comité de Radio y Televisión y ya no será votado en el Consejo General del instituto.

El PRD consideró limitada esta resolución, porque han transcurrido siete años y el INE sólo monitorea 60 por ciento de las señales en televisión abierta y por cable.

Desde 2007, los partidos políticos mantienen una fuerte lucha con el INE para que obligue a las televisoras y radiodifusoras a difundir su pauta. Ese año se reformó la Constitución para prohibir a los partidos políticos la compra de propaganda electoral a las televisoras, ya que usan los tiempos del Estado.

En la sesión de ayer, los funcionarios del INE argumentaron que sería muy caro abrir centros de verificación y monitoreo en el país para revisar que cumplan con la transmisión de promocionales de cien por ciento de las señales.

Vargas planteó que desde hace años se les ha pedido que realicen muestreos aleatorios a señales radiodifundidas, lo que implica enviar personal a distintas zonas del país a hacer pruebas itinerantes sobre la difusión de la pauta.

Indicó que de 2 mil 810 emisoras abiertas se monitorean mil 647 (Radio Mil, 211; 408 de televisión y 28 de televisión digital terrestre) y faltan mil 163.

A finales del año pasado, los partidos políticos fueron notificados de otro avance: que podrán pautar la difusión de sus espots con base en mapas de cobertura de televisión y radio más reales.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones les dio mapas, donde las señales abarcan franjas geográficas más grandes. Por ejemplo, antes entre Chilpancingo y Acapulco había una zona de silencio (sin señal televisiva) grande; ahora casi se juntan por el alcance de la llamada zona de servicio.