Viernes 9 de enero de 2015, p. 4
Sea que se escuche en Montreal o en las profundidades de la selva congolesa, la música es en verdad un lenguaje universal
, que causa el mismo efecto emocional en diversas culturas, asegura un nuevo estudio.
Investigadores viajaron al Congo para estudiar la forma en que un grupo aislado –los pigmeos Mbenzélé, que viven sin radio ni televisión– respondía a piezas de música que iban de Wagner al tema de la Guerra de las galaxias.
Compararon los resultados con la forma en que un grupo de canadienses del centro de Montreal respondían a la misma música occidental, en su mayoría clásica, y a la creada por los pigmeos.
Los participantes marcaban el final de cada segmento con un emoticono que expresaba cómo los hacía sentir la música, con opciones que iban desde calmado hasta emocionado. También se realizaron pruebas con biosensores para verificar el ritmo cardiaco, el sudor en las palmas de las manos y el ritmo respiratorio, y para medir cambios en los músculos con la sonrisa o el ceño fruncido.
Hauke Egermann, quien colaboró en la investigación en la Escuela de Música Schulich de la Universidad McGill, en Canadá, señaló: Nuestro principal descubrimiento es que escuchas de muy distintos grupos respondían en formas similares según lo emocionados o tranquilos que los hacía sentir la música... Esto se debe probablemente a ciertos aspectos de nivel básico de la música como el ritmo, el timbre y el volumen
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© The Independent
Traducción: Jorge Anaya