El incremento de 4.2 por ciento al salario mínimo para este año quedó pulverizado en los primeros días de enero, ante la cascada de alzas en productos de primera necesidad que consumen las familias capitalinas.

La carne de res para asar, por ejemplo, aumentó 18 por ciento al pasar de 110 a 130 pesos, aunque en algunos establecimientos se cotiza en 148 pesos, equivalentes a casi dos salarios mínimos; la milanesa cuesta entre 69 y 86.90 pesos.

Según información de la Procuraduría Federal del Consumidor, el kilo de pechuga de pollo oscila entre 79.50 y 84 pesos, cuando el año pasado su precio promedio era de 65 pesos, una diferencia de entre 22 y 29 por ciento.

El kilogramo de pierna y muslo oscila de 52.50 a 58 pesos; el pollo entero de 39.50 a 41.90; la carne de cerdo de 87.90 a 108; el lomo, entre 79 y 102.90, y la molida de 67 a 78.90, según el establecimiento, lo cual en todos los casos subió entre 20 y 30 por ciento, según amas de casa.

La docena de huevo registró una mínima alza al venderse entre 26.20 y 27.30; mientras los empaques con 18 piezas se ofrecen entre 40.90 y 41 pesos, indicaron.

El Fideicomiso Central de Abasto (Ficeda), por su parte, señaló que el costo de frutas, verduras y abarrotes que integran la canasta básica se ubicó en 345 pesos, contra 508.47 en que se vende en tiendas y autoservicios, lo cual significa entre 7.2 y 4.92 salarios mínimos.

Todas estas alzas han provocado que la carne de res salga de nuestras dietas, para ser sustituida por otros productos, como pollo, huevo, frijol y verduras, que están menos caros, señalaron amas de casa entrevistadas en mercados.