La Semarnat debió rechazar el documento, señalan
Presenta muchas incertidumbres
y omite información de forma deliberada
Martes 6 de enero de 2015, p. 34
La manifestación de impacto ambiental (MIA) del proyecto del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México debió ser rechazado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) debido a que existen muchas incertidumbres
, hubo omisión deliberada de información y no se puede tener una evaluación correcta del posible efecto sobre el medio ambiente de la obra, advierten nueve expertos de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS).
Entre las fallas que detectaron están que viola el Plan Regional de Desarrollo Urbano del Valle Cuautitlán-Texcoco, que se pretende construir en la zona con mayor vulnerabilidad de la región y omite la presentación de estudios de riesgo ambiental asociados a la posibilidad de inundaciones ante eventos hidrometeorológicos.
Los investigadores –la mayoría de ellos biólogos– Fernando Córdova Tapia, Alejandra Straffon-Díaz, Gemma Ortiz Har y otros seis, señalan en un documento de 25 páginas que ante este tipo de irregularidades es incorrecta la aprobación del documento por parte de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (Dgira) de la Semarnat.
Revisado en sólo dos meses
La MIA fue autorizada a finales de noviembre pasado por la Dgira, tan sólo dos meses después de que el Grupo Aeroportuario México presentó el documento a la Semarnat para su evaluación. Tras analizar el resolutivo de la dependencia, los expertos observan que entre las medidas de compensación están la siembra de 264 mil 534 individuos de especies exóticas invasoras, en lugar de nativas.
Señalan que la secretaría no considera elementos técnicos suficientes para asegurar que las obras hidráulicas que supuestamente desviarán los escurrimientos sean suficientes para evitar las inundaciones en la terminal y las zonas aledañas.
El diseño pretende duplicar y mejorar
la calidad ambiental de los humedales; sin embargo, no se presenta ningún tipo de información sobre cómo se creará y mantendrán estos nuevos cuerpos de agua. Sumado a esto, no existen escenarios hídricos que permitan evaluar la factibilidad del recurso dentro de la red municipal de agua potable en cada una de las etapas del plan, agregan.
Apuntan que el promovente omitió por completo la estimación del uso de agua de la aerotrópolis, una zona urbanizable donde trabajarán de manera regular 180 mil personas, pero esto supone un gasto adicional de 23.6 millones de metros cúbicos al año, lo cual sería una enorme presión para el recurso hídrico de la región.
Los elementos técnicos para evaluar el impacto que sufrirán las aves son completamente deficientes, omiten información deliberadamente, no cuenta con un programa adecuado para el manejo de la ornitofauna, minimiza el riesgo por colisión entre las aves y los aviones y propone acciones incorrectas y no justificadas
, aseveran.
Subestima riesgos
Apuntan que el estudio de riesgo con respecto de los combustibles que se emplearán subestima los riesgos asociados a eventos catastróficos. En todos estos puntos, la Dgira resuelve de manera inadecuada y en muchos casos acepta las propuestas del promovente sin ninguna condicionante. Esto resulta completamente inaceptable debido a la magnitud del proyecto y a los impactos ambientales y sociales que generará a mediano y largo plazos
, concluyen los expertos.