Un joven de 27 años, sobrino y primo de las víctimas, es presunto responsable de la muerte de los cinco integrantes de una familia en la delegación Álvaro Obregón, la noche del 24 de diciembre, informó anoche el procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza.

El presunto homicida, Iván Arturo Mena Trejo, buscaba quedarse con el terreno, ubicado en avenida Vasco de Quiroga, colonia Tlapechico, donde habitaban las familias y que también era ocupado como pensión y sobre el cual existía una oferta de compra, informó el funcionario en conferencia de prensa.

Los padres del inculpado declararon que la mañana del 25 de diciembre Iván Arturo los llamó por teléfono y les dijo que había encontrado muertos a sus familiares y que para evitar que sus primos menores los vieran, metió a las víctimas al baño.

Agentes de la procuraduría capitalina encontraron una bolsa de plástico con ropa ensangrentada que utilizó el inculpado durante los homicidios. Esta fue localizada en el interior de un tinaco situado en la azotea de una de las tres viviendas que componen el predio propiedad de la familia Trejo García.

De acuerdo con el funcionario, Iván Arturo dio versiones contradictorias de los hechos hasta que aceptó su participación en el homicidio de sus tres tíos y dos primos.

Según su declaración, alrededor de las 22:30 horas fue a la casa de su tío Manuel Horacio Trejo, a quien encontró sentado en un sillón de la sala. Tras saludarlo fue en busca de su tía María Remedios Salazar, a quien le disparó en la cabeza sin mediar palabra.

La detonación hizo que entrara corriendo su tío Manuel Horacio, a quien también le disparó en la cabeza, en dos ocasiones, explicó Ríos Garza.

Después, con engaños, llevó a la vivienda a su tía Elizabeth Paulina Trejo García y a sus primos Álan Manuel y Alisandra del Carmen Trejo García, a quienes mató uno a uno.

El procurador capitalino dio a conocer que el joven no se encontraba bajo los influjos de alguna droga ni alcohol y que no tenía trabajo ni ingresos. Asimismo, explicó, fue él quien desordenó la casa para que pareciera un robo e intentó limpiar los rastros de sangre.

Ríos Garza puntualizó que los dictámenes periciales revelaron que el homicida usó una sola arma de fuego, calibre .38 especial, lo cual permite suponer su participación como autor intelectual y material en los homicidios.