Hay que perseverar para beneficiar adecuadamente a las familias, recomienda
Martes 2 de diciembre de 2014, p. 10
Cintalapa, Chis.
Arropado en esta entidad que gobierna la coalición que lo llevó a Los Pinos, el presidente Enrique Peña Nieto celebró el arranque de su tercer año de gobierno. Esta vez no hubo grandes discursos evocadores de logros gubernamentales, sólo un esbozo de autocrítica de su gestión, aduciendo su insatisfacción con los objetivos alcanzados, hasta que éstos, dijo, comiencen a repercutir en las condiciones socioeconómicas de las familias.
No estamos satisfechos por lo que hemos alcanzado, sí por lo que hemos logrado en el cambio estructural, pero ahora hay que ser perseverantes para asegurar que esos beneficios que sabemos vienen de estas reformas lleguen y beneficien a todas las familias
, sostuvo Peña Nieto.
Sin triunfalismos, el Presidente sólo utilizó en una ocasión la palabra celebrar
, en alusión al tercer año de gobierno. Sin embargo, dedicó más tiempo a la coyuntura y a reiterar su decálogo como ruta para salir de la situación, que a exaltar sus reformas estructurales, las que, dijo, se posibilitaron por el concurso de otras fuerzas políticas y han permitido –consideró– dar al país una nueva plataforma de crecimiento.
Lo ocurrido en Iguala, Guerrero, conocido por todos los mexicanos y ahí, afuera, en el exterior, es claro que marca un antes y un después, es claro que exhibió las vulnerabilidades que tienen, particularmente, los gobiernos municipales. Es claro que evidenció la debilidad institucional para hacer frente al crimen organizado, hoy en mayor número y sobre todo, con armas y con capacidades de fuerza mayores que hubiese tenido antes
.
Peña Nieto informó que por la mañana remitió al Congreso la iniciativa de reforma constitucional con dos objetivos: conformar el mando único de las policías en los estados y la creación de mecanismos para disolver los ayuntamientos cuando existan señales o sospecha clara y probada
de que hay gobiernos municipales que están cooptados por el crimen organizado.
Acompañado de varios secretarios de Estado y el gobernador chiapaneco, Manuel Velasco Coello, Peña Nieto explicó las razones de su presencia en Chiapas el día del inicio de su tercer año de gobierno: confirmar el anuncio realizado el jueves pasado, en el marco de las medidas que se instrumentarán en materia de seguridad, de la integración de una zona económica especial en Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
Consideró que el impulso a una estrategia especial para el sureste del país era una urgente necesidad para impulsar un desarrollo sostenido y equitativo en todas las regiones del país
, toda vez que en los años recientes, el ritmo de crecimiento de estas entidades ha sido desigual, no ha ido al mismo avance que ha tenido el resto del país.
Peña Nieto estimó que esta estrategia permitirá conferir a esas entidades una atención prioritaria a partir de establecer un diagnóstico claro de las debilidades que han tenido para el crecimiento y definir nuevas fortalezas
a partir de su conversión en zonas económicas especiales. Esto implicaría facilidades fiscales, créditos blandos e impuestos más bajos.
No podemos atender el problema o este frente, este reto social sólo con políticas de contención social, sólo con programas que deriven de la política social o a través de la contención política. Tenemos que hacer un cambio radical, un cambio explícito que posibilite mayor desarrollo, que venga industria, que haya mayores fuentes de empleos, de oportunidades para los habitantes de estas tres entidades
.
En el arranque del segundo tercio de su administración, Peña Nieto aludió brevemente a su política social y a las reformas que ahora, espera, se concreten en las condiciones de vida de la sociedad. Habló de la evolución de Oportunidades a Prospera, del nuevo sesgo en la política social y de las reformas legales orientadas a buscar un cambio estructural en el país.