En los años recientes se ha centrado sólo en el control de las fronteras, critica
Jueves 23 de octubre de 2014, p. 18
Las políticas migratorias no tienen como centro el respeto de las personas y su dignidad, sino básicamente el control de las fronteras y de la población migrante
, consideró Francisco Moreno Barrón, obispo de Tlaxcala.
El jerarca católico añadió que México no ha logrado aplicar una política que garantice el respeto de las personas transmigrantes
, sino que por el contrario, vemos que eso que se le reclama a Estados Unidos como violaciones a derechos humanos de nuestros connacionales son las mismas vejaciones que los gobiernos mexicanos cometen hacia las personas centroamericanas que van de paso por nuestro territorio
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En un escrito dado a conocer en la página de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) refirió que los gobiernos, tanto de origen como de tránsito y destino, desde una perspectiva de derechos humanos, son directamente responsables de la protección de las personas migrantes y de la garantía integral de sus derechos
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Apuntó que la desgracia de las personas que migran se inicia en sus países de origen, pues sus gobiernos no han garantizado derechos tan básicos como la educación, salud, vivienda y trabajo digno
y añadió que hasta ahora tampoco han demostrado un verdadero interés por las condiciones en que sus ciudadanos se trasladan a otros países
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Por lo cual es necesario que cada gobierno se responsabilice de la garantía de los derechos humanos de sus ciudadanos, no sólo en los lugares de origen, sino también por donde transitan y en sus destinos
, y agregó que es indispensable que existan políticas públicas para los migrantes y transmigrantes que deben incluir una cooperación local e internacional
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Moreno Barrón indicó que la gente migra en medio de muchas dificultades, incluso sufriendo criminalización y poniendo en riesgo su vida, debido a las políticas de los estados y sus fronteras, que impiden un tránsito libre y seguro para las personas
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