Guanajuato, Gto., 19 de octubre.

Arquitecturas físicas e inmateriales a la vez, y espacios móviles construidos con luz y sonido invitaron a sumergirse por tres noches en Los Pastitos, a las afueras de la ciudad. La compañía francesa 1024 Architecture exhibió este fin de semana la instalación Tesseract, que consistió en un cubo monumental construido con proyecciones de imágenes a gran escala.

Para nosotros, antes que nada, es un espectáculo arquitectónicamente visual, describió en conferencia François Wunschel, uno de los integrantes de la agrupación invitada en la edición 42 del Festival Internacional Cervantino (FIC).

Tesseract es un término matemático que se refiere a un cubo con cuatro dimensiones. Ha sido transportado al arte con esta instalación audiovisual, escultura de luz que reacciona con el sonido. El público es invitado a ingresar a este cubo que mide 14 por 14 metros. Es un mundo tridimensional construido con luces, donde se sumerge el público.

La propuesta arquitectónica y contemporánea propone crear sensaciones físicas y palpables, provocar que el espectador sienta las vibraciones de la música, al mismo tiempo que observa los efectos visuales. Una composición para inspirar una comprensión más profunda del sentido del espacio.

Con sólo una computadora

En palabras de uno de sus creadores, es la estructura de un cubo físicamente aislado, presente en un espacio. Dentro es inmaterial e intangible, pero desde el exterior es físico. Queremos transmitir la capacidad y las dimensiones de un espacio mediante las líneas y efectos visuales, cómo se acorta o expande, sólo con efectos visuales.

Una computadora para manejar la presentación es lo único que 1024 Arquiectura ha traído desde Europa. El cubo monumental fue construido con materiales de la región. Quisimos trasladar lo que representa Guanajuato, patrimonio de la humanidad. Queremos invitar al público a este contraste entre la modernidad de estructuras minimalistas con el ambiente que nos rodea en esta ciudad, colonial y llena de historia, apuntó.

La compañía fue fundada por los arquitectos franceses Pierre Schneider y François Wunsche. El nombre numérico significa dos a la cuarta potencia, que en realidad es una resolución estándar de la pantalla: trasladamos la parte matemática hacia lo digital.

Un hombre con un burro cruzando Los Pastitos al momento en que instalaron las estructuras de Tesseract causó una grata emoción, contó Wunschel durante el encuentro con la prensa. “Nos encantó este contraste, el shock cultural”, y agregó que también les agrada que la presentación fuera gratuita.

El espectáculo se repetía cada 20 minutos, lapsos en los que el público podía entrar, salir, regresar, observarlo por dentro y por fuera, sumergirse en este mundo móvil y efímero de luz.

Dentro del cubo se crea un espacio de 10 por 10 metros, con una superficie de 100 metros cuadrados, donde caben hasta 300 personas. El espectáculo dura cinco minutos, y si al entrar alguien siente rechazo por el sonido fuerte o las luces, es muy fácil salir del cubo, observar desde afuera, volver a entrar, cambiar de posición y ver el arte desde diferentes perspectivas.

Después de su participación en el FIC viajarán a la ciudad de México para estra presentes en el Festival Mutec, donde además de construir su cubo Tesseract, ofrecerán una conferencia el 22 de octubre.