Guerrero, ‘‘foco encendido que no se quiso ver’’, afirma
‘‘Parecería que el odio y la tristeza vencerán y que la injusticia y la corrupción impondrán su ley destructora’’, expresa Rivera Carrera
Lunes 13 de octubre de 2014, p. 5
El arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, advirtió que en la actualidad ‘‘el país vive momentos difíciles’’, mientras que en su editorial titulado ‘‘El país de las matanzas’’, el semanario católico Desde la Fe señala que ‘‘Guerrero es otro foco encendido que las autoridades de la Federación no quisieron ver’’.
Ese estado ‘‘es el reflejo del peligro latente de vivir en un país como México, con graves problemas internos de ingobernabilidad, inseguridad, corrupción y miedo en distintas regiones, donde nadie puede decir que está a salvo, ni siquiera los hombres promotores de la paz y justicia’’.
Ejemplo de lo anterior, dice Desde la Fe, ‘‘fue la tortura y asesinato perpetrados en contra del sacerdote José Ascensión Acuña Osorio, de la diócesis de Ciudad Altamirano, cuyo caso hace que se empiece a considerar este sexenio como uno de los más riesgosos para ejercer el ministerio sacerdotal’’.
Por su parte, sin mencionar los hechos ocurridos en Iguala, donde tres normalistas fueron asesinados y 43 continúan desaparecidos, el arzobispo primado de México sostuvo ‘‘que en estos momentos de tanta crueldad que viven algunas partes de nuestra patria, le pedimos al señor nos dé corazón grande para la reconciliación, para saber perdonar, para establecer la paz y justicia en nuestra patria’’.
En la celebración eucarística con motivo del 38 aniversario de la actual Basílica de Guadalupe, y la Misa de las Rosas, en conmemoración de la coronación pontificia (en 1895) de la imagen de Santa María de Guadalupe, Rivera Carrera lamentó que en vez de tener ‘‘un banquete de amor y misericordia se tiene un banquete de guerra. Parecería que los momentos difíciles son insuperables, que el odio y la tristeza vencerán, que la injusticia y la corrupción impondrán su ley destructora y que la angustia y la soledad saldrán victoriosas. Parecería que la crueldad, la guerra, el terrorismo, la traición, la infidelidad, seguirán dominando el corazón humano’’.
En el editorial de Desde la Fe se advierte que el cumplimiento de la ley es el inicio de la justicia y que no habrá paz y concordia en el país si no se empieza por hacer que los culpables de los asesinatos cometidos en Guerrero paguen por sus crímenes.
Indica que, desde junio de 2013, ‘‘los obispos de la provincia de Acapulco denunciaron las diversas clases de violencia, desde la que se mantiene oculta en las familias hasta las más visibles y crueles, como la generada por el crimen organizado; ante ello, llamaron a los fieles a trabajar por el bien construyendo las ciudadanías por la paz’’.
El texto añade que en diciembre de 2013 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos publicó un informe especial sobre los grupos de autodefensa y la seguridad pública en el estado de Guerrero. ‘‘El ombudsman reveló la bomba de tiempo, el rezago social y la pobreza del botín llamado Guerrero, entidad abandonada a su suerte, víctima de políticos y del crimen organizado.
‘‘Un año después, las evidencias fueron echadas en saco roto. La progresiva descomposición de Guerrero, estado pobre, hambriento y rezagado, indica la condición fallida que las autoridades se negaron a reconocer. Regida por un antiguo priísta y perredista por conveniencia, la entidad de Ángel Aguirre se sumó a la espiral de muerte que tuvo su máximo en el hallazgo de las fosas de Iguala, donde fueron sacrificadas 28 personas’’.