n Chivas todos buscan la revancha, desde el dueño Jorge Vergara, quien parece que por fin entendió el significado de la palabra delegar, pasando por Néstor de la Torre, quien debió sacar conclusiones tras las consecuencias de su rígido reglamento disciplinario en el Tri; no obstante, los personajes que van por el desquite son sin duda el Chepo de la Torre y los jugadores.

José Manuel de la Torre, luego de su fracaso con la selección, volvió a escena con aires de filósofo, ansioso de afrontar un reto que lo reivindique, que restañe el prestigio estropeado. No bastará con los conceptos de Einstein sobre la crisis; la fórmula parece ser más simple: más humildad y dominar su estrés, armarse de una sonrisa para poner buena cara al mal tiempo.

En el banquillo tricolor, en su etapa de crisis, cuando la presión lo ahogaba, el Chepo se obcecó y defendió a ultranza su naufragante proyecto; eso reveló mucho de su escasa capacidad de apertura. Además, fue la viva imagen de la angustia, de la necedad y hasta del mal humor; respondía cualquier pregunta con otra, regañaba y se ponía a la defensiva. En resumen, intratable.

Tras casi un año sabático, el Chepo se muestra más relajado y en cosa de pocos días destila a diestra y siniestra conceptos: Gastas lo mismo haciendo las cosas bien que haciéndolas mal, sólo que el que las hace mal las tiene que repetir, pero dejas una mala imagen, ha dicho; además, recalcó su determinación de exigir, pero hay que poner el ejemplo, y dejó en claro que en el Rebaño no hay jerarquías.

Vergara da la impresión de que por fin aterrizó, de que puso los pies en firme y dejó de soñar con Sven-Goran Eriksson, con Xavier Azkargorta, Johan Cruyff y unas Chivas galácticas… Luego de un título en casi 12 años comprendió que hay que confiar en lo nuestro. Néstor será un directivo plenipotenciario, autónomo en gran medida, y no una marioneta más en la colección del empresario.

El Guadalajara hoy tiene escasa oportunidad de ubicarse en la liguilla, su mirada está puesta en la tabla de cocientes, que el próximo año enviará a un equipo al infierno. En efecto, el reto es grande, todos coinciden, máxime cuando el equipo está disminuido por las lesiones; la más grave es la de Rafael Márquez Lugo, quien se repone de una ruptura de meniscos de la rodilla izquierda.

Se espera pronto el regreso del decepcionante Aldo de Nigris –ha estado lesionado dos veces cuando apenas va a cumplir un año en el club–, mientras Omar Bravo no ha sabido echarse el equipo al hombro; inclusive su cuota goleadora es más pobre que la del juvenil Carlos Fierro. El atacante sinaloense es el primero en querer lavarse la cara.

Es lógico que directiva, cuerpo técnico y jugadores pidan el apoyo de sus seguidores, pero a ninguna afición se le puede pedir respaldo incondicional. Vergara dilapidó su crédito y tendrá que enamorar al público con precios accesibles en el Omnilife y, sobre todo, con un equipo que brinde buen juego. Todo un reto para derribar la sentencia que asegura que segundas partes nunca fueron mejores.

La selección mayor femenil está lista para emprender la conquista de un boleto para el mundial de Canadá 2015. Sus partidos frente a Costa Rica, Martinica y Jamaica servirán también para alistar su participación en los Juegos Centroamericanos de Veracruz, el próximo mes. Leonardo Cuéllar llega a la cita tras los ensayos frente a la selección de Estados Unidos.

La fecha FIFA permitió a Miguel Herrera echar un vistazo a jugadores que están destacando en sus clubes, ya con miras a la necesaria renovación en las filas tricolores. Es el caso de los rojinegros Gerardo Venegas, Alfonso González y Enrique Pérez. Buena labor hizo ante los hondureños el santista Oswaldo Alanís antes de que los excesivos cambios desdibujaran el esquema.

El Piojo se aferra al portero Guillermo Ochoa y no halla cómo manifestar que Memo merece la titularidad y hasta le concedió el gafete de capitán en el partido de Chiapas, pero todo indica que Ochoa seguirá relegado a la banca en el Málaga. Tampoco se pudo ver mucho frente a Panamá porque la rispidez afloró; sin embargo, en la selección nacional el eterno déficit siguen siendo los delanteros.

En espera de la fecha 13 y de un intenso cierre de torneo, el sábado se rindió un homenaje al fallecido goleador Christian Benítez. Resultó un buen detalle de las directivas del América y de Santos Laguna. Los jugadores de ambos cuadros se veían conmovidos, tristes ante la orfandad de los pequeños hijos del Chucho.

Habría que ver si alguien de la familia futbolística se acuerda de los seis hijos del descarriado Gato Ortiz, ex portero del Monterrey en prisión desde enero de 2012. El hombre de los 20 tatuajes admite haberse dopado, pero rechaza los restantes cargos y no hace mucho en entrevista reprochó el olvido de sus amigos.

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