Zúrich, 29 septiembre.

La selección de México afrontará el proceso rumbo a la Copa del Mundo Rusia 2018 con una mejor preparación y un estilo futbolístico definido, además de un cambio generacional muy importante, con gente de calidad que sustituya a los de experiencia, afirmó el timonel del Tri, Miguel Herrera.

En entrevista para el portal de Internet de la FIFA, el estratega de la selección mexicana aseguró que está prevenido ante las bajas de gente como Carlos Salcido y Rafael Márquez, pues hay una buena generación de futbolistas tricolores; asimismo apuntó que es momento de que el equipo nacional desarrolle un estilo.

Hay muy buena camada. México es el equipo que mejor ha trabajado con fuerzas básicas de la zona: obtuvimos dos campeones Sub 17, un subcampeonato, un tercer lugar Sub 20, la medalla olímpica de Londres 2012... ¡Y todo de 2005 para acá! Es una generación talentosa que tendrá muchísimos partidos internacionales acumulados. Llegará muy sólida, vaticinó.

El timonel quiere que su plantel tenga un estilo en el que prevalezca el buen trato al balón y un adecuado ritmo. Yo aspiro a un equipo dinámico, que tenga un buen manejo de pelota, pero basado en el esfuerzo físico en la transición de la recuperación para conseguir llegar al arco rival. Podemos encontrar una forma de jugar y un estilo, apuntó.

Miguel Herrera admitió que tras asumir el timón del cuadro tricolor, rumbo al repechaje frente a Nueva Zelanda, en noviembre del año pasado, no llegó en las condiciones ideales a Brasil 2014, por lo que confía en que la ruta hacia el Mundial de Rusia 2018 se transite con mejor planificación, con trabajo y ya con un cuadro bien definido.

Esta vez afrontará una competencia con más trabajo y más tiempo de conocimiento de los jugadores, del sistema y de la idea de juego. Estaremos más preparados y evolucionados. No llegarás tomando decisiones, ¿quién será el arquero titular? ¿Cuáles serán los 11 que inicien? Habrá una base de un cuadro definido, explicó.

El Piojo habló con emotividad sobre el choque frente a Holanda, en el que el Tri cayó 2-1 en octavos de final, tras recibir dos goles en la recta final, y que dio pie a la protesta generalizada de no era penal, tras un clavado de Arjen Robben.

Ya lo hemos visto varias veces... No esperamos atrás, dejamos de tener la pelota. Porque ellos tampoco nos encimaron, siendo un equipo que manejó la pelota, sino que eran pelotazos y obviamente nos fueron metiendo a nuestro arco, pero creo que dejamos de hacer cosas importantes los últimos minutos, como tener la pelota. Le dimos la iniciativa a un rival que estaba muerto.

Respecto a su forma de festejar, aspecto que trascendió a escala internacional, dijo que no lo hace de forma premeditada, sólo se deja llevar por la euforia del triunfo. Me siento como un aficionado que en su momento vive el gol de su equipo. El gol, en el futbol actual, es cada vez una situación más difícil; entonces, cuando tu equipo anota, tienes que festejarlo en la forma en la que te nace. Yo siempre digo que a mí me genera una cosa eléctrica que me recorre el cuerpo. En mi cabeza no pasa nada más que festejar, comentó.

¿Y qué le sucede luego, cuando se ve celebrar de esa manera por televisión?, le preguntaron. Contestó: “De repente me digo: ‘¿Qué está pasando ahí? Las locuras que hace uno’... Pero también me pongo contento otra vez por la actuación de los muchachos”, respondió.