En la Galería Myl se reivindica el papel transformador del arte. “Creemos –dice Manuel Loaiza, director de ese espacio– que México necesita cambiar y la vía que hemos elegido es el arte, muy ajeno al panfleto, pero sí con la actitud hacia lo que ocurre en la sociedad”.

Desde que ese recinto dedicado al arte contemporáneo abrió sus puertas, el 14 de octubre de 2011, se han mostrado trabajos de 21 artistas.

Con un diseño arquitectónico que responde a las necesidades de la producción del arte actual, la galería se ha caracterizado por exhibir obra de jóvenes artistas mexicanos de alto nivel profesional.

Formación en el extranjero

Manuel Loaiza, también fundador de Myl, señala que es importante descubrir quiénes son los artistas de hoy día y saber qué piensan. Por eso abrí un espacio para ellos, para que puedan manifestarse, decir e interpretar lo que sucede en el país y sobre la propia producción artística.

La galería, que fue inaugurada con la obra de Francisco Toledo, Gabriel Macotela, Manuela Generali y José Castro Leñero, entre otros, actualmente exhibe el trabajo de Leo Marz (Zapopan, Jalisco, 1979); Christian Camacho (DF, 1985), y Apolo Cacho (DF, 1987) en la exposición colectiva El acto de ver.

La muestra, que se presentó en el reciente Gallery Weekend, además del hilo conductor generacional de los creadores, plantea, explica Loaiza, “las diferentes facetas del acto de ver como un poder transformador. Al ver, tú transformas de acuerdo con tu entorno. En la exposición queremos destacar también los procesos que existen detrás de la obra de arte.

En el caso de Camacho, la pieza fue elaborada con cristales de azúcar que marcan el rostro de una mujer que proviene de una película del realizador francés Jean-Luc Godard.

La Galería Myl, que busca ampliar la oferta del mercado del arte al sur de la ciudad, seleccionó el trabajo de artistas que tienen estudio y formación en el extranjero, como Leo Marz, quien lo hizo en Austria, y Christian Camacho, que estudió en Londres.

El recinto cuenta con todos los espacios técnicos para exhibir las obras; incluso en los pasillos se aprecian las pinturas desde diferentes perspectivas.

Influencia de la plástica en el cine

La exposición El acto de ver se inicia con la obra de Christian Camacho, quien realiza una serie de variaciones donde abstrae los elementos más esenciales con diferentes corrientes del pensamiento pictórico, moderno y contemporáneo, explica Manuel Loaiza.

A la entrada de la galería también se aprecian las obras en gran formato de Leo Marz. Son tres películas, donde aparece el trabajo de Mark Rothko.

Las pinturas se encuentran suspendidas en el muro principal de la sala. “Ésta –dice el director de Myl– es una serie importante de Leo, que es como pintar el cine, demostrar la influencia de las artes plásticas o la pintura en el séptimo arte”.

En palabras de Loaiza, la galería busca artistas propositivos, con un discurso y un proyecto novedosos, con el apoyo de las nuevas tecnologías, que puedan expresarse con fuerza, vitalidad, calidad y pertinencia.

“Apolo Cacho, el más joven, tiene una influencia muy marcada de los cómics, pero también en este caso de Brueghel. En la exposición presenta una recreación de las pinturas del renacentista holandés y evoca su obra Cazadores en la nieve.

Cacho también tiene una fuerte inclinación por hacer patentes los problemas de la gran ciudad de México y utiliza como referencia a otros pintores y sus obras clásicas. Del joven artista también se exhibe un prisma fotografiado con la luz.

Politólogo de formación, Manuel Loaiza afirma que en el arte contemporáneo existen tendencias, pero no hay una sola ruta que marque las propuestas. Hay artistas que se inclinan más por el arte conceptual, otros trabajan con medios audiovisuales; esto hace interesante al arte, es decir, existen diversas formas de entablar la relación con la producción artística.

La galería que dirige Loaiza tardó dos años en construirse, tiene una altura de 14 metros y los recursos necesarios para la instalación de audio, sonido, luz y video para las exposiciones, así como un montacargas que soporta hasta tres toneladas, lo que ha convertido a Myl en un espacio plural.

El arte cambia constantemente y los nuevos medios influyen en este proceso. El cine, el audiovisual, Internet, todo esto ha generado un cambio en la forma en cómo se ve hoy y eso a su vez transforma las relaciones de las disciplinas. Estamos en un mundo en constante cambio.

El recinto, ubicado al sur de la ciudad de México, es un viejo anhelo de Loaiza de cuando se desempeñó como editor de Difusión Cultural de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa, durante 15 años. “La ubicación de Myl es parte de la propuesta –prosigue Loaiza–, pues es importante que existan galerías donde sea. Sin embargo, si se centraliza un poco toda la oferta cultural y aquí en el sur las personas desean ver lo que se produce, por qué no expandir el mercado del arte contemporáneo”.

Respecto de casi tres años de actividad en la galería, Loaiza señala: Ha sido un poco difícil, porque pretender vivir del arte no es fácil y menos en las circunstancias en que se encuentra el país. Sin embargo, se debe apostar por esto, pues con la educación y el apoyo a los proyectos artísticos México puede salir de esta encrucijada. Creo que la solución está por el lado de la educación y la cultura, esas son las verdaderas soluciones de largo plazo.

La muestra El acto de ver montada en el recinto que destaca por sus amplios espacios de concreto, acero y vidrio, en los que predomina la luz natural, concluirá en diciembre. La Galería Myl se ubica en la calle Durango 75, colonia Progreso, en Tizapán.

Horarios de visita: lunes a viernes de 10 a 18 horas y sábados de 11 a 14 horas.