Reforma propicia desinversiones y el Estado deberá compensarlas
Lunes 22 de septiembre de 2014, p. 30
La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) informó ayer que entre 2012 y 2013 México retrocedió seis lugares en el nivel de penetración de banda ancha fija por habitante, y perdió siete sitios en la proporción de hogares con acceso a Internet.
Las cifras ofrecidas por la UIT en la edición 2014 del documento Estado de la Banda Ancha, señalan que en 2012 México estaba en el lugar 64 del nivel de penetración de banda ancha fija, con 10.9 habitantes de cada cien. Sin embargo, para 2013 el país retrocedió al sitio 70 y el nivel de penetración fue de 11.1 habitantes por cada centenar.
En el segmento que mide los hogares con acceso a Internet, México pasó del lugar 43 al 50, con un rasgo particular, ya que en 2012 la penetración fue de 26 por ciento de hogares, contra 30.7 de 2013; es decir, la penetración mejoró, pero el país retrocedió en posición porque hubo países con mejor desempeño, de acuerdo con la UIT.
En el segmento de penetración de banda ancha móvil, la asociación señaló que en 2012 había 9.7 mexicanos de cada cien con acceso a Internet, con lo que el país se colocó en el lugar 92 entre 190 naciones, pero no pudo ofrecer el comparativo con el 2013 porque no tuvo información disponible.
La UIT previó que en los próximos tres años 50 por ciento de la población global tendrá acceso a Internet y para finales de 2014 unos 2.3 billones de personas contarán con acceso a banda ancha móvil.
A su vez, la consultoría Mediatelecom Policy & Law expuso que el Estado mexicano tendrá que suplir y subsidiar la falta de inversión privada en el sector telecomunicaciones y radiodifusión, por los resultados de la aplicación de la legislación secundaria. Explicó que, al contrario de lo que se preveía con la reforma constitucional, los agentes económicos preponderantes prefirieron desinvertir a correr riesgos, de manera que sus competidores ya no obtendrán los beneficios que esperaban por interconexión, pero tampoco están en posición de invertir.
Señaló que la reducida inversión privada que se realice estará enfocada a áreas urbanas rentables, mientras el Estado mexicano tendrá que invertir para llevar conectividad a la mayor parte del país mediante el despliegue de una amplia red troncal de fibra óptica y la instalación de una red inalámbrica compartida mayorista en la banda de 700 megahercios.