Nadie tiene derecho a reclamar a Jorge Arce por arriesgarse al final de su carrera en una pelea contra Jhonny González, campeón pluma del Consejo Mundial de Boxeo, el 4 de octubre en Los Mochis, Sinaloa.

Lo dice de forma tajante, porque recuerda que será él quien suba al cuadrilátero a exponerse y nadie más recibirá los golpes.

Si me pasa algo en el cuadrilátero, será mi culpa y de nadie más, dice ante las críticas de quienes consideran que podría ser un riesgo muy grande enfrentar a un boxeador fuerte y peligroso como González.

Soy responsable de mis actos y yo recibiré los golpes. Yo soy quien tiene que ganar el dinero para mantener a mi familia. Nadie puede reclamarme nada, agrega.

Nada opaca su satisfacción por concretar este combate. Empezó como una ocurrencia en las redes sociales, pero después insistió por todos los frentes para que fuera posible.

Me salí con la mía, dice orgulloso Arce, sobre todo porque lo criticaron quienes lo consideraban un peleador acabado. Después tuvo que esforzarse por convencer que sería una pelea con gran audiencia.

La idea empezó a crecer e incluso al principio se pretendía que la transmisión fuera de manera simultánea por las dos principales televisoras del México. Algo inédito pues Jhonny y Travieso pertenecen a empresas distintas.

Al final, Tv Azteca no quiso transmitirla y Televisa se quedó con la función, pero me dieron un permiso especial para que yo pueda pelear para la otra empresa, comentó Arce, quien considera que la negativa de la empresa del Ajusco no afecta las expectativas de la función.

La pelea por sí misma será una de las más atractivas y la gente ya quiere verla, dice el peleador sinaloense.

Por eso le entusiasma esta pelea que podría ser la última de su carrera. La decisión aún no está tomada, pero será aclarada cuando termine el combate del 4 de octubre.