Miércoles 27 de agosto de 2014, p. 2
Campinas, Brasil, 26 de agosto.
Una fábrica con un producto muy original se suma al paisaje industrial de Sao Paulo: mosquitos genéticamente modificados para combatir el dengue, una enfermedad tropical que puede ser mortal y que ha castigado a Brasil más que a ningún otro país este año.
Es un día tibio y seco de invierno en Campinas, interior del estado de Sao Paulo, a unos 100 km de la capital. Pero dentro del laboratorio de la firma inglesa Oxitec el calor y la humedad recrean el ambiente tropical del verano brasileño, muy húmedo y caliente.
Hay tres salas: en una hay jaulas con hembras y unos pocos machos para reproducción; en la segunda, decenas de bandejas con agua donde crecen las larvas, y una tercera con frascos llenos de miles de mosquitos machos listos para ser liberados.
“Es el ambiente ideal para que el mosquito Aedes aegypti, el principal vector del dengue, se reproduzca y crezca”, explica la bióloga portuguesa Sofia Pinto, de 32 años, responsable de esta industria de zancudos.
Aún sin permiso sanitario
Es la primera fábrica en el mundo para la comercialización de mosquitos transgénicos contra el dengue, aunque aún no obtiene el permiso de la autoridad sanitaria brasileña para la venta de su producto, precisa la científica.
Por ahora, el laboratorio se está dando a conocer entre las alcaldías –potenciales clientes–, que en Brasil son las primeras en combatir el dengue a menor escala.
Oxitec inauguró a fines de julio su planta en Brasil, el país con más casos de dengue este año en el mundo.
Desde Inglaterra, Oxitec trajo a Brasil el linaje del mosquito OX513A, que desarrolló en 2002. Aquí se reproducen machos y hembras con su información genética modificada, listos para cumplir su tarea.
En la actualidad, el laboratorio puede producir 500 mil mosquitos a la semana, con una capacidad potencial de hasta dos millones.