Nada sale de esta unidad hasta que deje de ser infeccioso
, dice el equipo médico
Lunes 4 de agosto de 2014, p. 3
Atlanta, EU, 3 de agosto.
El virus del ébola ha provocado la muerte de más de 700 personas en África y podría tener consecuencias catastróficas si se le permite propagarse, según las autoridades mundiales de salud. Entonces, ¿por qué alguien permite que estadunidenses infectados vengan a Atlanta?
La respuesta, dicen los expertos, es que el Hospital de la Universidad de Emory es uno de los lugares más seguros del mundo para atender a una persona con ébola. Prácticamente no hay posibilidad alguna de que el virus pueda propagarse desde la segura unidad de aislamiento del hospital.
Hay otro punto, según afirman: los trabajadores médicos que arriesgan sus vidas en el extranjero merecen el mejor tratamiento que pueden conseguir.
El médico Kent Brantly se convirtió en la primera persona infectada de ébola en ser traída a Estados Unidos desde África. Llegó el sábado a uno de los mejores hospitales. Se espera que la misionera Nancy Writebol llegue en los próximos días.
Tengo confianza en que nuestro comprensible temor hacia lo desconocido no frustre nuestra compasión cuando estadunidenses enfermos regresan a su país para atención médica
, declaró Tom Frieden, director del organismo federal Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Su agencia ha recibido mensajes de correo electrónico desagradables
, y al menos 100 llamadas de personas que cuestionan cómo se dejó a los enfermos ingresar a Estados Unidos.
La unidad de aislamiento para enfermedades infecciosas en el hospital de Emory, que se creó hace 12 años para atender a médicos que enfermaran en los CDC, es una de las cuatro que existen en el país equipadas con todo lo necesario para hacer exámenes y atender a personas expuestas a virus muy peligrosos.
En 2005, el lugar atendió a pacientes con síndrome respiratorio agudo severo (SARS, por sus siglas en inglés), que a diferencia del ébola puede propagarse como la gripe cuando una persona infectada tose o estornuda.
De hecho, la naturaleza del ébola –que se propaga por contacto con fluidos corporales y con la sangre– significa que cualquier hospital moderno que aplique medidas ordinarias y rigurosas para el control de infecciones tiene capacidad para atender los casos.
Sin embargo, Emory descarta toda probabilidad de peligro. Nada sale de esta unidad hasta que deje de ser infeccioso
, dijo el médico Bruce Ribner, que atenderá a los pacientes.
El punto es que tenemos una cantidad extraordinaria de seguridad asociada con el cuidado de este paciente. Y no creemos que algún empleado de salud, algún paciente o algún visitante en nuestra instalación esté expuesto de ninguna manera al peligro de infectarse
, agregó.
No hay cura probada contra el ébola, el cual causa la muerte, según cálculos, a entre 60 y 80% de las personas infectadas. Sin embargo, los médicos estadunidenses en Africa afirman que la tasa de mortalidad sería mucho menor en un sistema funcional de atención médica.
El virus causa al infectado fiebre hemorrágica, dolores de cabeza y debilidad, y en un agravamiento vómito, diarrea y problemas de riñón e hígado. Algunos pacientes sangran interna y externamente.
El ébola es considerado una de las enfermedades más letales del mundo. El actual brote en Liberia, Guinea y Sierra Leona ha afectado a mil 300 personas y causado la muerte a más de 700 este año.