Al tiempo que se avanza en la desregulación en sectores como el energético y de telecomunicaciones, México debe tomar medidas contra la pobreza y también mejorar las políticas educativas, como alternativas para reducir la incidencia criminal, generar empleos y oportunidades para su población, señaló en entrevista con La Jornada el embajador de Japón en México, Shuichiro Megata.

A unos días de la visita al país del primer ministro japonés, Shinzo Abe, el diplomático reconoció que las reformas estructurales abren un panorama de crecimiento para ambas naciones, debido a una larga relación complementaria en el comercio y la inversión, que permitirá consolidar una relación estratégica más proactiva.

El embajador Megata puntualizó además que la visita del primer ministro representa para ambas naciones un rencuentro. Se conmemoran 405 años del establecimiento de los primeros contactos, 40 años del inicio del Programa de Cooperación México-Japón, 55 años de la visita a México del entonces primer ministro Nobusuke Kishi y 30 años del viaje al país del canciller Shintaro Abe, abuelo y padre respectivamente del primer ministro Shinzo Abe.

Aunque desde hace cuatro siglos Japón entendió la importancia del comercio directo con México, todavía hay muchos espacios de oportundiad, y la visita del primer ministro busca llevar esta relación a otro nivel. Hay muchos puntos de coincidencia, tanto Shinzo Abe como el presidente Enrique Peña Nieto llegaron al poder en diciembre de 2012, y el punto común de ambos gobiernos es que están decididos a promover reformas estructurales, sostuvo Megata.

–Empresarios de su país han sido víctimas del crimen organizado. ¿Cómo afecta esto a las inversiones?

–Si México no enfrentase el problema de la inseguridad habría podido desarrollarse mucho más, pero a pesar del tema de la violencia Japón tiene muchas inversiones. Hay zonas muy peligrosas y otras relativamente tranquilas. En ese sentido las empresas invierten en donde hay menos peligro, por lo que el factor de seguridad afecta sólo la decisión de dónde invertir, no llega a limitar las inversiones. Entre 2005 y 2013 las empresas japonesas han invertido más de 12 mil millones de dólares, y se espera invertir al menos 7 mil 500 millones más. Hay 679 empresas japonesas en México.

El embajador Megata advierte que los empresarios japoneses están particularmente interesados en el sector energético y de telecomunicaciones, México cuenta con abundantes recursos naturales y Japón fabrica productos de alta tecnología. México necesita mejorar su infraestructura, y Japón lo puede ayudar.

–¿Cuáles son las oportunidades de las inversiones mexicanas en Japón?

–Justamente, uno de los puntos relevantes de la visita del primer ministro Abe es atraer inversionistas a Japón, para fomentar nuestro propio crecimiento, comentó el embajador Megata, luego de recordar que la cooperación entre ambas naciones es muy amplia, como lo muestra el intercambio cultural y la particiáción de Japón como invitado en el Festival Internacional Cervantino de este año.