Tras el escándalo que lo envolvió por supuesta violación a una fan, Kalimba decidió alejarse de los medios de comunicación, que lo mismo te encumbran que te llevan a lo más hondo, expresó en entrevista. Pero dijo que siguió trabajando en lo que sabe hacer: música, ámbito de creación del que ahora lanza su sexto disco como solista, titulado Cena para desayunar, en el que funde funk, soul, godspel, rock.

Escondido su mirar por unas grandes gafas oscuras, recordó una ya añeja entrevista que le hizo el periodista Carlos Loret de Mola, en el momento mediático más amarillista que haya vivido. Kalimba rememora la pregunta: ¡¿Qué hiciste, qué hiciste?!, que lo desarmó, lo desubicó y lo hizo tartamudear. Fue una pregunta cargada de incriminación, ad-hoc para un juicio del Santo Oficio. De ahí a la hoguera, sólo un paso.

Regreso a lo mío, dice

La charla fue en su casa disquera, en Polanco. “De alguna manera sí estoy de vuelta, aunque hice dos discos de homenaje a las canciones y cantantes que me han marcado, y ahora regreso a lo mío, con un disco con composiciones inéditas. Siempre he estado haciendo música y giras de promoción. A veces es necesario distanciarse un poco, pero no lo planeé, no lo pensé. Se dio, además que estaba haciendo una gira como diyéi. No lo pude haber planeado, pero fue para bien, y ahora con un nuevo disco como solista me siento relajado. No me siento saturado. Normalmente paso inmediatamente de un disco a otro; luego la gira, que dura un año, que al acabar da paso a un nuevo cedé. Hay que descansar la mente para crear, para hacer mejor música”.

–¿Del escándalo mediático, qué aprendió?

–Un escándalo mediático no le pasa a todos, pero si ocurre es inevitable. A final de cuentas, el poder público y el poder de redactar lo que tú quieras es enorme. Agarrar a un artista que no hace nada y afirmar que es grandioso. Si la prensa lo hace lo convierte en algo grandioso, aunque no lo merezca, y viceversa, si quieren que alguien no valga la pena también lo pueden hacer. Lo que sé es que me gustaría mantenerme afuera de escándalos, para que cuando se hable de mí sea sobre mi trabajo.

“Lo que pasó queda como un antecedente, como un antecedente penal. A veces está muy mal utilizado el poder mediático, porque se lleva una noticia, pero no completa. La dejan a la mitad y la persona queda entre chismes, y si al final una mujer, por ejemplo, no está realmente embarazada, ya no lo aclaran. Se enorgullecen de haber sacado la primera parte de la información, y no terminan de dar la noticia.

Quiero que mi música mueva, expresa KalimbaFoto cortesía Sony Music

“Todos hemos cometido errores y todos hemos estado en escándalos o situaciones difíciles en la vida. Si algo aprendí de todo eso es que no hay que juzgar sin razón. No me gustó, la pasé mal, no fue un tiempo agradable. ¿Quién sería yo si le regreso el… favor a alguien. En esto sí me considero diferente en mi corazón”.

Quise sentirme libre

En su nuevo disco incluye godspel. “Estaba, justamente, escuchando godspel… y ahora estoy con soul, country. Cuando me puse a hacer el disco quise sentirme libre. En la música popular puedo hacer cualquier tipo de temas que le lleguen a las personas. Eso en lugar de limitarme, porque siempre que hago un disco busco que llegue a todos lados, que sea música que se cante en estadios, o que quien la escuhe en radio quiera ser parte deella. A la manera de los grupos que más me gustan, como Foo Figthers, Oasis. Quiero que los empresarios sepan que no hago canciones, sino himnos, hechos para unirnos, para sentirnos identificados, y a quien no le guste mi música, pues que no la escuche.

“Tengo un sello, espero tenerlo. Lo he intentado en los discos pasados, sobre todo en Mi otro yo, y en éste. Quiero que la música que me mueve los mueva también. Cuando veo una obra artística, una foto, o escucho algo musical, y a mí no me mueve, ya no lo quiero volver a ver u oir. Si lo que te gusta está mal hecho, bueno, eso está mal, pero por lo menos no estás mintiendo. Ese es tu oído y tu criterio, y ahí yo tampoco puedo ser juez de nadie”.

Consideró que la constante en sus discos es el blues, todos los derivados de ese género y el rock, todo lo pentatónico. Otro aspecto es que en todos mis discos hay canciones alegres, no tan sólo tempos, no, realmente todo alegre. De las baladas intento que sean honestas. Si se me ha roto el corazón, escribo sobre eso, porque lo he vivido, y espero que alguien se sienta identificado con eso. No pienso en si una palabra funciona mejor, porque yo no hago matemáticas, sino música.