Moscú, 9 de julio.

Ante los serios riesgos a su libertad e incluso a su integridad física si decidiera salir ahora de Rusia, que le brinda protección desde el primero de agosto anterior, cuando le concedió asilo temporal, Edward Snowden realizó los trámites para prorrogar su estancia en este país.

Así lo informó este martes el abogado Anatoli Kucherena, quien desde que Snowden llegó con su pasaporte estadunidense anulado a la zona de tránsito del aeropuerto Sheremetievo de Moscú, en vuelo comercial procedente de Hong Kong, el 23 de junio de 2013, oficia como una suerte de mediador entre el ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) y el Kremlin.

Snowden, por convicción personal y consciente de que perdería los privilegios que le daba pertenecer, como técnico altamente cualificado, a la hermética comunidad de espionaje de Estados Unidos, reveló a la prensa secretos del espionaje masivo estadunidense en Internet que, de modo ilegal y arbitrario, atentan contra la privacidad de las personas, así como suponen una intromisión inaceptable en los asuntos privados de gobiernos y empresas.

La ley rusa establece un procedimiento que cumplimos para obtener el asilo temporal. Finaliza el 31 de julio próximo. Y ahora entregamos al Servicio Federal de Migración (FMS, por sus siglas en ruso) los documentos para prolongar su estancia en Rusia, explicó Kucherena.

No queda claro, al menos el abogado no quiso precisarlo hoy, si los papeles entregados al FMS son para pedir una prórroga del asilo temporal o para solicitar el permiso de residencia permanente.

De cualquier manera, el asilo temporal –que Rusia concede por un año– puede ser prorrogado un número ilimitado de veces, si quien lo solicita aporta pruebas de que no han cambiado las circunstancias que lo motivaron, como es más que evidente en el caso del perseguido experto en sistemas de seguridad en materia de computación.

Además, pasado un tiempo y si no ve posibilidad de trasladarse a otro país con ciertas garantías, Snowden –quien desde que se encuentra en Rusia mantiene un bajo perfil, sin que se sepa dónde vive y a qué se dedica en realidad, más allá de mediáticas apariciones fugaces concertadas con el Kremlin– tiene la opción de solicitar la ciudadanía rusa.

Por lo pronto, y a la fecha lo más importante, Snowden está aquí fuera de peligro.