Madrid, 1° de junio.

El ayuntamiento de Barcelona, presidido por el nacionalista moderado Xavier Trias, exigió hoy a los los representantes de la plataforma vecinal del centro social Can Vies: si hay alguien que quiere dialogar, que salga y dé la cara, que dé un paso porque el tiempo se agota, en lo que fue considerado por los okupas un ultimátum muy provocador.

El conflicto comenzó el lunes cuando, en cumplimiento de un mandato judicial, el ayuntamiento dio la orden para desalojar y derrumbar un inmueble con 17 años de historia convertido en símbolo del barrio obrero de Sants por el movimiento okupa

Unas 500 personas vinculadas a grupos anarquistas se enfrentaron entre la noche del sábado y esta madrugada a los más de 600 agentes antidisturbios movilizados por el ayuntamiento, con saldo de 38 contenedores incendiados, cinco vehículos calcinados, siete detenidos y 225 personas identificadas por las fuerzas de seguridad.

El conflicto de Can Vies se encuentra en un impasse delicado. El ayuntamiento dio por terminado el diálogo que en realidad se rompió, por parte de la plataforma vecinal, el pasado miércoles, cuando se llevaron a cabo varios operativos para reprimir la protesta por la demolición del Can Vies.

El alcalde, el nacionalista Xavier Trias dio marcha atrás el viernes pasado y paró la demolición del centro social. Los okupas suspendieron la reconstrucción que hacían del inmueble, a la espera de un peritaje de arquitectos.

Al dar por terminadol diálogo con los violentos, el teniente de alcalde, Joaquim Forn, declaró hoy: si hay alguien en Can Vies que quiera dialogar, que salga y dé la cara, que dé un paso de verdad, porque el tiempo se agota, y ubicó en 200 mil euros (272 mil dólares) los daños causados por los violentos altercados durante la semana en el barrio de Barcelona.

Los okupas rechazaron el ultimátum, destacaron que dan la cara en la reconstrucción del Can Vies y descartaron dialogar con un gobierno que ordenó la destrucción del centro cultural.