Afuera de los espacios públicos cerrados debe haber un cenicero para que las personas apaguen sus cigarros antes de entrar. Sin embargo, esas zonas, donde no siempre se cumple con la disposición legal, se convirtieron en áreas para fumar. Representa otro reto para la autoridad sanitaria, reconoció Álvaro Pérez Vega, comisionado de Fomento Sanitario de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

Explicó que el artículo 55 del reglamento de la Ley General para el control del Tabaco señala la obligación de los establecimientos de tener el cenicero afuera, así como un letrero que indique el uso que se debe dar.

El funcionario consideró que los dueños de restaurantes, bares, lugares de entretenimiento están comprometidos con el respeto a la ley, pero desconocen su contenido. Además, todavía es necesario avanzar en la sensibilización de las personas respecto de la importancia de garantizar los espacios libres de humo como lo determina la ley.

También la falta de información de las empresas explica que –donde hay– las áreas para fumadores no cumplan con los requisitos indispensables de garantizar la protección de los no fumadores.

Pérez Vega comentó que de 2013 a la fecha, la Cofepris, en coordinación con los estados, realizó 71 mil visitas a igual número de establecimientos, de los cuales 470 fueron cerrados y se aplicaron multas por 31 millones de pesos. El número de inspecciones se duplicó y el monto de las sanciones creció cinco veces respecto de los resultados de 2012.