Kiev, 31 de mayo.

Ucrania acusó hoy a Rusia de lanzar una campaña de propaganda internacional para persuadir a las potencias occidentales de que no reconozcan al vencedor de la elección presidencial, el oligarca pro occidental Petro Poroshenko, El rey del chocolate.

El Kremlin no cesa de hacer declaraciones basadas en la emoción y de inventar informaciones con el objetivo de apoyar la agresión rusa, denunció el ministro ucranio de Relaciones Exteriores, Andrei Deshchitsia.

Esta campaña masiva de desinformación es la última oportunidad de Rusia para intentar influir en la opinión pública mundial, añadió el canciller en el diario en lengua inglesa Kyiv Post.

El presidente ruso, Vladimir Putin, reiteró en días recientes su llamado a los líderes occidentales para que insten a Kiev a cesar su ofensiva en el este.

Para el canciller de Ucrania, Rusia intenta minar la legitimidad de Poroshenko, elegido en la primera vuelta de la elección presidencial del 25 de mayo.

Las fuerzas ucranias reanudaron este sábado los bombardeos en las afueras de Donietsk y el hostigamiento de los escuadrones de la Guardia Nacional. Combates se reportaron desde el amanecer en las cercanías de la localidad de Joroshevo y el aeropuerto internacional, según el canal Rossia 24.

El líder separatista de Ucrania Denis Pushilin dijo que seis rebeldes murieron mientras intentaban recuperar los cuerpos de camaradas abatidos por el ejército ucranio esta semana cerca de la terminal aérea de Donietsk. Fallecieron al tratar de retomar el aeropuerto y nuestros muchachos intentaban sacar los cadáveres, declaró Pushilin sin dar más detalles.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, expresó que el proceder agresivo de Rusia en Ucrania fue un estridente gong de realidad que generó gran preocupación entre los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Hagel declaró en una conferencia internacional de seguridad en Singapur que las provocadoras acciones de Rusia, como la anexión de Crimea, y el despliegue de efectivos en la frontera con ese país obligará a las naciones de la OTAN a reconsiderar sus presupuestos de defensa.