San Miguel de Allende, Gto., 31 de mayo.

Ante la creciente inseguridad en este municipio, unas 400 personas marcharon en silencio vestidas de blanco y con veladoras para pedir que regrese la paz a esta ciudad considerada patrimonio cultural de la humanidad.

Residentes extranjeros y nacionales caminaron en San Miguel de Allende bajo una ligera lluvia portando veladoras. Exigieron mayor seguridad al alcalde priísta, Mauricio Trejo Pureco, y al gobernador panista, Miguel Márquez Márquez.

La caminata, que comenzó en el Parque Juárez y culminó en la plaza principal frente a la parroquia de San Miguel Arcángel, se realizó la noche del viernes.

Los participantes se tomaron de las manos, formaron una paloma con las veladoras y elevaron una oración para que regrese la paz a la ciudad.

Las agrupaciones More Security in San Miguel de Allende y San Miguelenses Unidos difundieron que en el primer trimestre del 2014 se dio un incremento de 85.7 por ciento en violaciones y de 7.7 por ciento en los robos con violencia.

El año pasado hubo un alza del 40 por ciento en robos con violencia de vehículos, a transeúntes y casas habitación, según estadísticas del Sistema Nacional de Seguridad mencionadas por las agrupaciones.

En San Miguel de Allende radican 12 mil extranjeros, de los cuales 70 por ciento son estadunidenses, 20 por ciento canadienses y el resto de otros países.

La inseguridad azota a todos por igual, pero los residentes extranjeros denunciaron que existen por lo menos dos bandas organizadas dedicadas a robar con violencia las fincas de descanso de jubilados de Estados Unidos.

Entre 2013 y lo que va del 2014, Ruth Kear, originaria de ese país, fue asaltada tres veces en el interior de su casa; en dos ocasiones por encapuchados y armados.“Me pusieron la pistola en la cabeza. Me dijo: ‘Señorita, ¿quiere probar la bala?’”, narró la afectada, quien recordó que la segunda vez que entraron a su domicilio estaba desnuda porque se estaba bañando.

Tengo miedo, ahora tengo muchos sueños malos. Cuando estoy en mi estudio ya veo a esos hombres, relató angustiada Kear.

Los pobladores están cansados de la inseguridad. Queremos paz; vivimos con miedo, con cerrojos, alarmas, con rejas y no es justo. Queremos paz, pidió Humberto Campos, habitante del lugar.

El presidente municipal ignora el reclamo ciudadano y mantiene el discurso de que San Miguel de Allende es más seguro que nunca, lamentaron los manifestantes.

En esta ciudad lo único que le pueden robar a un turista es el corazón, manifestó el munícipe el año pasado, cuando la ciudad recibió la nominación de la mejor ciudad del mundo por la revista Condé Nast.