En la designación del nuevo consejo del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai) debió imperar un sano voto de desconfianza ante los conflictos de interés que enfrentan sus integrantes y sus evidentes vínculos con el poder, afirmó Irma Eréndira Sandoval, experta en temas de transparencia.

Profesora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que la creación de un comité de especialistas para seleccionar a los mejores 25 candidatos, sometidos a consideración del Senado, no sirvió para frenar el cobro de cuotas y la repartición de un botín.

Afirmó que en la selección de los siete nuevos comisionados hay casos muy desafortunados, como el de Rosendo Eugenio Monterrey Chepov, impuesto por la bancada del PRI en el Senado y cercano al círculo del presidente Enrique Peña Nieto.

Acerca de la designación de Francisco Javier Acuña Llamas, cercano a Ernesto Cordero e impuesto por el PAN, destacó que representa a poderes fácticos, incluso vinculados a la Iglesia; pero hay una clara factura política porque estuvo vinculado al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, organismo que abdicó de su responsabilidad de garantizar elecciones equitativas y verdaderas.

En entrevista por separado, Issa Luna Pla, catedrática del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM e integrante del comité técnico, dijo que se desarrolló una metodología para seleccionar a los candidatos con las mejores calificaciones y perfiles, porque el Senado no nos pidió una opinión, sino acercar a los mejores.