Mérida, Yuc., 30 de abril.

En el aniversario 20 de su creación, la Asociación de Estados del Caribe (AEC) asumió definiciones políticas en favor de dos integrantes: Venezuela y Cuba.

En el primer caso, se dio mediante el apoyo explícito al proceso de diálogo amplio y participativo iniciado recientemente.

Respecto a Cuba, las naciones caribeñas insistieron en su llamado a Estados Unidos a poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero a la isla y a acatar las 22 resoluciones de Naciones Unidas para derogar la ley Helms-Burton, así como cesar su aplicación extraterritorial en los países miembros de la AEC.

Con la representación de su país ante la cancelación, a última hora, del viaje del presidente Nicolás Maduro, el canciller venezolano, Elías Jaua, agradeció en la sesión plenaria del encuentro el respaldo a la institucionalidad y al diálogo promovido por el gobierno.

Al término de la cumbre y tras reconocer la inclusión de un apartado especial sobre su país en la declaratoria final, el político venezolano agradeció, a nombre del pueblo que inmensamente anhela y aspira a vivir en paz, independiente y soberano, este nuevo espaldarazo a la institucionalidad democrática, a la paz y al diálogo convocado por el presidente Maduro que ha dado toda la región del Caribe.

De manera textual, los países aquí reunidos dejaron su expresa solidaridad con Venezuela “ante los actos de violencia ocurridos en ese hermano país con un saldo lamentable de víctimas.

Reiteramos el compromiso irrestricto con la preservación del orden democrático, el estado de derecho, el respeto a los derechos humanos y las libertados fundamentales y, en este sentido, apoyamos el diálogo amplio y participativo promovido por el gobierno constitucional con los actores políticos y sectores de la sociedad con el acompañamiento de Unasur y del Vaticano.

Sobre Cuba, fue el propio vicepresidente Miguel Díaz-Canel quien llevó a la sesión plenaria, realizada a puertas cerradas, los temas del bloqueo y la ley Helms Burton, ambos secundados por las delegaciones participantes.

Además de esas resoluciones, incluidas en la Declaración de Mérida al concluir la sexta Cumbre de la AEC, los países miembros asumieron el llamado del presidente Enrique Peña Nieto a dotar a la región de herramientas de cooperación eficaces para apuntalar el desarrollo social.

Lo anterior quedó explícito, pues resultó clara la realidad regional de constante riesgo ante fenómenos naturales, así como la existencia un transporte limitado e ineficiente para intercomunicar la zona caribeña.

Deterioro del planeta

A esta reunión fue invitado el premio Nobel Mario Molina, quien señaló algunos efectos del cambio climático: hoy las sequías o las ondas de calor ocurren cada tres o cuatro años, mientras antes sucedían cada siglo.

No preocuparse por lo que es más probable hace que el riesgo de que sucedan cambios irreversibles sería extremadamente dañino para la sociedad. Y en la medida en que no se adopten medidas de inmediato, el deterioro del planeta nos saldrá aún más caro, advirtió el científico.

México propuso cuatro proyectos, que se aprobaron: uno sobre integración de una plataforma de información territorial del Gran Caribe para prevención de desastres y otro de información e infraestructura geoespacial con aporte de 4.5 millones de dólares. Dos proyectos más plantean agilizar el transporte marítimo de corta distancia y crear mecanismos facilitadores del comercio desde una perspectiva de interconectividad.