Río de Janeiro, 18 de abril.

La policía federal de Brasil abrió una investigación sobre quien fue el segundo hombre más rico de América Latina, el millonario Eike Batista, por delitos financieros, manipulación de mercados y lavado de dinero, reportó la prensa brasileña. Si la investigación policial llega a generar cargos contra Batista, sería otro gran golpe para el empresario que solía ser elogiado como un modelo de emprendimiento en Brasil e icono del éxito económico del país y quien había prometido a Carlos Slim rebasarlo en el monto de su fortuna. El imperio EBX de petróleo, minería y logística de Batista, que dos años atrás tenía un valor de mercado de 60 mil millones de dólares, colapsó el año pasado ante una montaña de deuda y gigantescas solicitudes de protección judicial por bancarrota, por lo que su fortuna se redujo a alrededor de 2 mil millones de dólares.

Una semana atrás, la comisión de valores de Brasil (CVM) anunció que Batista está bajo investigación por uso de información privilegiada como presidente de su quebrada petrolera Oleo & Gas Participações SA, antiguamente conocida como OGX, y su compañía hermana, la naviera OSX Brasil SA.

Uso de información privilegiada

Ahora, Batista es investigado por la policía a solicitud de fiscales federales en Río de Janeiro por delitos financieros que involucran ventas supuestamente ilegales de acciones antes de que el conglomerado colapsara, publicó el periódico O Globo.

La pesquisa policial se enfocará en la venta de acciones del año pasado en la petrolera OGX, antes de que la compañía informara al mercado que gran parte de sus reservas no eran comercialmente viables, citó el periódico Folha de S. Paulo.

La policía federal no emitió comentarios.

Una portavoz de Batista aclaró que su grupo EBX no había sido notificado oficialmente por los fiscales federales ni la policía y que le entregaría las explicaciones a las autoridades a su debido tiempo. Todo será aclarado y se comprobará la buena fe de Eike Batista, argumentó su abogado Darwin Corrêa. Batista, el hombre más adinerado de Brasil durante la mayor parte de la década pasada, podría enfrentar hasta 23 años de cárcel si es condenado.

La CVM quiere determinar si Batista retuvo información no favorable para algunas de sus empresas y alentó a los inversionistas a comprar más acciones de sus compañías cuando vendió títulos de OGX y OSX, así como si usó Twitter para manipular el precio de éstas y esconder los problemas de la compañía.