Una alimentación saludable no requiere que las personas se la pasen contando la cantidad de calorías, sino que incluya productos de los cinco grupos (frutas, verduras, cereales, leguminosas y de origen animal), que su dieta sea variada y equilibrada, y a la vez se considere edad, talla, sexo y gasto físico (el ejercicio) que cada individuo realiza, afirmó Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

En entrevista con motivo de la emisión de los nuevos lineamientos para el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas, resaltó que la falta de información en la sociedad es muy grande, resultado del bombardeo publicitario de productos procesados que han invadido el mercado y están entre las causas del sobrepeso y la obesidad que afecta a 70 por ciento de la población adulta en el país, así como a 30 por ciento de niños y adolescentes.

Por ello, ahora se habla de azúcares añadidos en ciertos productos cuando el organismo no los requiere en ninguna cantidad, lo mismo que la sal, cuyo requerimiento es mínimo y se cubre casi con cualquier alimento. Todo lo demás no debería consumirse, indicó.

Una política de salud enfocada a abatir el exceso de peso corporal debería alejarse de los intereses de la industria de alimentos y bebidas no alcohólicas. Las empresas se preocupan por vender, no por la salud de las personas ni por proteger el medio ambiente, señaló.

Debido a la epidemia de sobrepeso y obesidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido recomendaciones sobre los consumos máximos tolerables, lo cual es distinto del requerimiento del que se habla en México. En el caso de los azúcares añadidos, la OMS señala que el límite superior tolerable es 10 por ciento.

En cuanto a grasas, la instancia internacional recomienda que la dieta se componga cuando mucho de entre 30 y 35 por ciento de esas sustancias, y de ellas no más de un tercio pueden ser grasas saturadas, es decir, las que provienen de los animales, explicó Ávila. La mayor parte de este ingrediente tendrían que ser los aceites vegetales.

Respecto de la sal, el especialista comentó que aun cuando el requerimiento del organismo es muy bajo respecto de ese ingrediente, en la sociedad existe avidez por consumirlo, pero es aprendido, ya que los alimentos procesados contienen altos niveles de sodio.

Lo recomendable, dijo, para evitar problemas de salud, como hipertensión arterial y daño renal, es reaprender a disfrutar el sabor natural de los alimentos, dejar de agregarles sal y, sobre todo, evitar productos salados.