Lunes 14 de abril de 2014, p. 17
Tampico, Tamps.
El cártel del Golfo nació en Matamoros de la mano de Juan García Ábrego en 1984. Fue fundado por su tío Juan N. Guerra, quien murió de viejo después de hacer mucho dinero en los años de la prohibición en Estados Unidos. Mandaba whisky para el otro lado de la frontera y recibía ropa. García Ábrego era su sobrino y heredó el negocio después de deshacerse de Casimiro Espinosa, El Cacho, el único que lo disputaba.
El imperio de García Ábrego duró 12 años. En enero de 1996 fue detenido y entregado a Estados Unidos. Aunque nació en Matamoros, también tenía documentos que lo acreditaban como ciudadano del país vecino. Eso sirvió de base para su deportación. Entonces se dijo que la organización que encabezaba controlaba 20 por ciento de la cocaína que entraba a Estados Unidos.
Su sucesor fue Osiel Cárdenas, quien contrató a un grupo de desertores del Ejército para que se hicieran cargo de su seguridad y las ejecuciones de sus enemigos. Estos ex militares, entrenados en el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales, se convirtieron en el brazo armado del cártel del Golfo: Los Zetas. Después de la captura de Cárdenas Guillén, en 2003, sobrevinieron reajustes en la organización, que se decantaron cuando fue extraditado a Estados Unidos, en 2007. Jorge Eduardo Costilla Sánchez, El Cos, se convirtió con los días en la nueva cabeza. Antonio Cárdenas, Tony Tormenta, hermano de Osiel, falleció en una balacera en 2010.
También en 2010 Los Zetas se separaron para formar su grupo, ahora en disputa permanente con el cártel del Golfo. Y la historia sigue... muertos y más muertos. Los grupos se dividen, se ramifican. Sólo que los ciclos de estos hombres y sus reinados son cada vez más cortos. Aquí ya nadie muere de viejo.