inalizó el primer trimestre del año y por ninguna parte se ve la fortaleza y los signos de recuperación que dicen registrar en el circuito oficial. Aunque aún faltan varias semanas para que el Inegi dé a conocer (próximo 23 de mayo) el balance oficial sobre el comportamiento del PIB en el periodo citado, se puede adelantar que el resultado será igual de mediocre que el observado desde hace mucho tiempo, y que ni de lejos alcanzará para mover a México (EPN dixit).

En vía de mientras, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados detalla que la información más reciente de los componentes del Sistema de Indicadores Cíclicos del Inegi reveló que la economía mexicana se encontró en fase de recesión en enero, y se anticipa que se mantenga en dicha condición. En el comienzo de año, por sexta vez consecutiva, el indicador coincidente se situó en fase de recesión al presentar un valor de 99.69 puntos y disminuir 0.07 puntos en el mes; el indicador adelantado también se ubicó en fase de recesión al tener un valor de 99.96 puntos y caer 0.03 puntos.

La evolución del indicador coincidente fue consecuencia de que se localizaron en la fase recesiva los siguientes componentes: el número de asegurados permanentes en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la actividad económica mensual, las ventas netas al por menor en los establecimientos comerciales y la actividad industrial. Mientras tanto, la tasa de desocupación urbana se situó en fase de desaceleración y las importaciones totales se posicionaron en fase de recuperación.

Por su parte, en enero de 2014, el indicador adelantado (cuya función es la de anticipar la posible trayectoria del estado general de la economía) se situó en la fase de recesión, al tener un valor de 99.96 puntos y bajar 0.03. Con información oportuna para el segundo mes, dicho indicador se posicionó, por segunda vez sucesiva, en fase de recesión con un valor de 99.92 puntos y una baja de 0.04. Además, el tipo de cambio real y la tasa de interés interbancaria de equilibrio se posicionaron en fase de desaceleración. Hacia adelante, se puede anticipar que el indicador adelantado no mostraría un cambio substancial en su tendencia debido a que las perspectivas sobre la actividad productiva nacional han venido disminuyendo.

Por otro lado, la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado de marzo de 2014, que levanta el Banco de México, estima un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 3.09 por ciento en 2014, inferior al previsto un mes atrás (3.23 por ciento). Adicionalmente, para marzo de 2014 el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se deterioró al pasar de un incremento de 2.12 por ciento en marzo de 2013 a una caída de 6.92 por ciento en el mismo mes del presente año.

Por su parte, el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico advierte que un crecimiento de la actividad industrial de apenas 0.7 por ciento, comparado con el mismo mes del año anterior, plantea una disyuntiva importante sobre las medidas que deben ser consideradas para llevar a cabo un proceso de recuperación definitiva y sostenida en el país. Por un lado se encuentran los problemas urgentes y de corto plazo que deben ser atendidos, como la pérdida de fortaleza del sector industrial y las consecuencias que de ello se desprenden: escaso crecimiento y menores oportunidades laborales.

Además, está el hecho de que la situación descrita se ha repetido de manera frecuente en los últimos años, ya que no se han alcanzado las condiciones mínimas necesarias para que exista crecimiento económico y generación de empleo de manera sostenida y vigorosa. Lo anterior ha limitado que se incremente la productividad y la competitividad del país, debilitando un motor interno de desarrollo y dejándolo vulnerable a los choques exógenos de la economía global.

En términos generales, el crecimiento de la industria estuvo motivado principalmente por el desempeño del sector manufacturero, cuyo avance fue de 2.3 por ciento. Los sectores de minería y energía eléctrica, agua y gas mostraron un avance marginal de 0.2 por ciento cada uno, mientras la construcción continúa con una evolución negativa en su comportamiento.

En tanto, el sector de la construcción continúa profundizando su debilidad, ya que a pesar de que su retroceso fue menor comparado con el mes anterior, desde finales de 2012 no ha sido posible lograr un dato positivo de crecimiento. Con ello suman 15 meses de caídas consecutivas. Esta situación se agrava particularmente por el retroceso (7.29 por ciento) de la construcción de obras de ingeniería civil, donde pese al incremento sustancial que se dio en el gasto público, no ha sido suficiente para contrarrestar el desafío que enfrenta este sector. Por su parte, trabajos especializados para la construcción incrementó en 6.64 por ciento, mientras el renglón de edificaciones disminuyó en 2.07. La noticia positiva de este sector es que al parecer se recupera su ciclo, ya que las caídas son menores y presenta una tendencia al alza, aunque sigue en números negativos.

Las rebanadas del pastel

Pudo ser producto de la asoleada en Teotihuacán, el mareo por la altura de la ciudad de México o de una plática con el ministro del año, pero el hecho es que el presidente François Hollande se aventó la puntada de decir en público que México es una potencia económica. ¿Por qué? Sencillo: porque tendrá un crecimiento de 3 por ciento en 2014, es un país sano financieramente y es capaz de abrirse a las empresas. No cabe duda de que antes de contar tan cruel chiste, alguien debió informar al mandatario galo sobre la realidad mexicana. ¿Un país puede ser considerado potencia económica cuando en los últimos 30 años el promedio anual de crecimiento es de 2 por ciento; cuando más de la mitad de su población sobrevive en condiciones de pobreza y miseria; cuando 80 por ciento de los mexicanos registra cuando menos una carencia social; cuando el ingreso de la mayoría resulta miserable y la concentración de la riqueza de dimensiones feudales; cuando la ocupación informal es dos veces mayor al empleo formal; cuando las ganancias son para un grupúsculo, mientras las pérdidas son para el grueso de la población, y etcétera, etcétera? Entonces, monsieur Hollande debió documentarse antes de agarrar el micrófono.

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