Para aquellos fanáticos futboleros mexicanos que no quieran o no puedan gastar de 100 mil a 600 mil pesos, el sueño de ir al Mundial de Brasil tiene múltiples caminos: entrar a sorteos, comprar chocolates, enviar mensajes de texto, correr 11 kilómetros, tomar cervezas y –en lo más cercano al juego– anotar un penal en un supermercado.

El paquete más económico para asistir al encuentro mundialista tiene un costo de 8 mil 250 dólares (107 mil 639 pesos), con un boleto para el duelo México-Camerún, mientras el más elevado alcanza hasta 49 mil 700 dólares (648 mil 393 pesos), que da acceso a los cuartos de final, semifinal y el partido en el que se definirá al campeón.

En México, un país amante del balompié pero en donde el salario mínimo es de 67.29 pesos diarios, la mayoría de la población no podrá financiar un viaje que le permita ver jugar al Tri en la Copa del Mundo o acudir a otros encuentros.

No obstante, diversas empresas han lanzado promociones para cumplir el sueño de un viaje a la justa brasileña, a cambio de que los consumidores levanten las ventas de sus productos.

Tal es el caso de una marca de cerveza, que este año dejó de patrocinar la transmisión televisiva de peleas boxísticas para invertir, considerando las cotizaciones en las agencias de viajes, al menos un billón de pesos para llevar a más de mil mexicanos a Brasil, quienes deben registrar en Internet los códigos que aparecen en los envases del producto, contestar cinco preguntas y esperar al azar.

Una cadena de supermercados es otra de las compañías que apostó por regalar un viaje a Brasil para posicionar su marca e incrementar sus ventas, pues en cada 300 pesos de compra se tiene derecho a tirar un penal y en caso de anotarlo se podrá acceder a una semifinal semanal, hasta tener a los 70 ganadores de un viaje doble.

Una compañía mexicana de bebidas saborizantes también decidió entrar a la mecánica de concursos para llevar a la Copa a cinco de sus consumidores, que en un videojuego de futbol sumen el mayor número de puntos, mientras una empresa de aparatos electrónicos da la posibilidad de viajar al país sudamericano al comprar un televisor.

Correr por equipos en una carrera de 11 kilómetros, patrocinada por TDN, el canal deportivo de Televisa; contestar preguntas que realiza cierta empresa de telefonía movil a través de mensajes de texto, con un costo de 3.50 pesos cada uno; comprar llantas para auto o incluso adquirir chocolates son algunos de los concursos o acciones para participar en sorteos que también permiten soñar a los aficionados del futbol con un viaje a la Copa del Mundo.

Tan amplio es el número de promociones que podría parecer que el que no va al Mundial es porque no quiere, pues sólo necesita invertir en el consumo de ciertos productos que ofrezcan la oportunidad de llegar a Brasil a través de concursos o sorteos, aunque en ciertos casos dicha inversión puede alcanzar elevadas cifras económicas para asegurar mayores posibilidades de resultar ganador.

Sin embargo, algunos de estos concursos, a dos meses de que comience el torneo futbolístico de mayor relevancia en el mundo, no especifican qué partido es al que tendrá acceso el ganador, que incluso podría no ser un duelo de la selección mexicana. Tampoco se mencionan las fechas en que se realizará el viaje o el tiempo que durará.

En caso de tener los recursos económicos suficientes para costear los gastos, cabe mencionar que en México sólo dos agencias de viaje –Mundomex y Nevada Tours– tienen el permiso oficial de la FIFA para vender en territorio nacional el servicio de Hospitality.

Aunque existen otras empresas en el país que también ofrecen dichos combos, el comprador podría caer en una estafa, ya que no cuentan con el respaldo de la FIFA, organismo que ha reiterado que los aficionados sólo deben comprar sus paquetes y boletos en las agencias oficiales.

Y en caso de que no se cuente con el dinero o no se logre el anhelado pase a Brasil con alguna de estas opciones comerciales, el aficionado tendrá que conformarse con disfrutar el Mundial a través de la televisión.