París. Los legisladores franceses dieron ayer voto de confianza al premier Manuel Valls, lo que fue considerado por analistas como un respaldo a sus planes para una reforma económica basada en recortes a impuestos y la reducción de la burocracia. Con un desempleo que ronda 10 por ciento, un crecimiento económico minúsculo y una deuda pública que es fuente de tensión con la Unión Europea, Valls y su jefe, el presidente François Hollande esperan que la votación en el Congreso les dé un margen amplio de maniobra.