Luis Felipe Montaño no había ganado ni en las canicas, lo bromearon en los pits. Tuvieron que pasar 12 años y arrancar 115 carreras antes de que el piloto capitalino ondeara por primera vez una bandera a cuadros en la Serie Nascar México, como sucedió ayer en el autódromo Hermanos Rodríguez.

Para ganar hay que superar a los mejores, y aquí está. Para mí no es una revancha sino el resultado de muchos años de esfuerzo y trabajo con este nuevo equipo que me dio toda la confianza, manifestó emocionado el corredor, tras ganar la segunda fecha de la Nascar a bordo del Toyota número 87 del equipo Aeropostale.

Montaño se mantuvo firme entre los punteros durante toda la carrera denominada México 240 Km. (150 vueltas al óvalo capitalino de una milla), para librar en el momento preciso la lucha que por la punta sostenían Antonio Pérez y Daniel Suárez, de los equipos Telmex y Telcel, de manera respectiva.

En la temporada anterior, luego de apenas tres fechas, Luis Felipe fue despedido de Telcel y en su lugar fue contratado el juvenil Abraham Calderón, quien de manera sorpresiva había ganado la primera fecha en Phoenix.

Sin embargo, Montaño descartó que haber rebasado por en medio a ambos coches de la telefónica fuera un factor de motivación extra para pelear por el triunfo.

Fue al reiniciarse la carrera tras una tercera bandera amarilla, hacia la vuelta 123, como lo hizo en un par de ocasiones antes, cuando se fue hacia el frente, con el laminazo correspondiente para pasar en medio de Suárez y Pérez, quienes no tuvieron máquina para superarlo.

Un poco más atrás, al margen de la lucha por el podio, circulaban los veteranos y ex campeones Rubén Pardo, Rafael Martínez y Rogelio López, y la nueva sangre de la categoría: José Luis Ramírez y Abraham Calderón, también de la telefónica.

No me sorprendió, porque desde Phoenix sabía que mi coche andaba muy rápido. La verdad tengo que estar muy agradecido con el equipo, con Hugo Oliveras, porque sé que para él fue una decisión muy difícil la que tomamos a principio de año, al contratarme, pero se empieza a cosechar lo que sembramos, afirmó el piloto, quien durante la conferencia de prensa incluso bromeó con Toño Pérez, al decirle qué bueno que me corrieron.

Montaño admitió que el equipo había planeado hacer una carrera conservadora, como otros, pues dentro de una semana correrán en Chiapas, y si se presentara algún daño al coche difícilmente daría tiempo para corregirlo.

Pero el carro nos dio para el triunfo, el primero en todos los años que llevo aquí, en los 12 de la categoría, y se lo dedico a mi familia, anotó Montaño.

Pérez, por su parte, lamentó que en ocho años dentro de Nascar se le ha negado el triunfo en el Hermanos Rodríguez, y comentó que si bien ha sido un piloto constante en resultados, lo que lo ha acercado a los títulos, sin lograrlo, este año se ha propuesto ser más contundente y ganar carreras.

El regiomontano Daniel Suárez, quien llegó por la mañana con tiempo justo para la calificación, admitió que probablemente se concentre en las categorías de formación de la Nascar estadunidense, pero todavía está en negociaciones y no se ha definido ninguna oferta: También quisiera quedarme para ganar el título aquí, que no se me ha dado, pero vamos a ver cómo se presentan las cosas.

En la categoría V6 de iniciación se impuso Julio César Villalobos, seguido de Édgar Mondragón y Jorge Colín.