Mientras en Estados Unidos un juez de distrito con sede en San Antonio, Texas, condenó el pasado martes a dos años y medio de prisión y a pagar 5.5 millones de dólares al empresario Antonio Peña Argüelles –quien se declaró culpable de lavar dinero procedente de actividades del narcotráfico y quien era intermediario de Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas–, en México ni siquiera ha sido citado a declarar como probable responsable de algún delito, de acuerdo con información de fuentes ministeriales.

En la orden de aprehensión vigente en México contra Yarrington, no está incluido Peña Argüelles, añadieron funcionarios del Poder Judicial de la Federación.

Según las fuentes consultadas, por el momento no se tiene previsto que la Procuraduría General de la República requiera la declaración de Peña Argüelles ni mucho menos forma parte de los expediente penales que litiga el Ministerio Público Federal contra ex colaboradores de Yarrington.

Un jurado de instrucción en Estados Unidos achacó en 2012 a Antonio Peña invertir ganancias del cártel del Golfo y Los Zetas en la economía estadunidense. También se le acusó de servir de enlace entre esas organizaciones criminales y de pagar sobornos a políticos mexicanos.

Hace dos días el empresario fue condenado a 30 meses de prisión y está recluido en una cárcel federal.

Las autoridades mexicanas aún no citan a declarar a Peña Argüelles, de 58 años, a quien de acuerdo con informes gubernamentales se vincula como una de las personas de alta confianza del ex gobernador Yarrington.