Por sus 90 años, el filósofo y poeta Ramón Xirau (Barcelona, 1924) recibió ayer un homenaje en el aula magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El acto incluye cinco mesas de análisis sobre su obra que se iniciaron ayer y terminan este miércoles.

Estoy feliz de estar en la facultad donde estudié y mi padre, Joaquín, daba clases, dijo el escritor mexicano de origen catalán, durante el inicio de este tributo y tras ser ovacionado por los asistentes. En el acto estuvo acompañado por su esposa, Ana María Icaza, quien también recibió aplausos.

Xirau leyó un poema: “La mesa blanca. Tres naranjas/ transparentes,/ el vaso del aire/ transparente/ el vaso de agua./ Pocas cosas, precisas/ la mesa –tres naranjas– blanca.”

Todos somos sus alumnos

Durante su intervención, la también filósofa Juliana González definió a Xirau como un hombre que ha conjuntado la inteligencia, la emoción y la fe: “Estamos aquí contigo, una vez más, celebrándote, oyéndote, aplaudiéndote tantas creaciones tuyas, poéticas, filosóficas. Has sido un amigo entrañable.

Pocos filósofos de nuestra comunidad y de nuestra actualidad han tenido esta búsqueda tan intensa que ha tenido Ramón a lo largo de su vida, de poder conjugar la filosofía como pensamiento riguroso, con todo cuanto implica el reino de la emoción, de la pasión, la poesía, la palabra literaria, artística en general y la vivencia, la búsqueda, la profunda preocupación de orden religioso.

La ex directora de la Facultad de Filosofía y Letras destacó que Xirau aporta un gran patrimonio escrito y es una presencia que “mientras vivamos los que lo hemos conocido, no nos dejará jamás (...) Importa ese patrimonio que deja un hombre que entregó el total de su vida a estas tres vertientes del universo.

Has sido un hombre bueno, inteligente, un creador; has sido parte de esta facultad y te hemos querido y lo seguiremos haciendo durante muchas generaciones, afirmó González Valenzuela. Más tarde, leyó un par de poemas de Xirau.

Por su parte Pedro Stepanenko, director del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, habló de la trascendencia del escritor para muchas generaciones, ya que su libro Introducción a la historia de la filosofía (1964) fue un primer acercamiento para muchos filósofos en México: En algún sentido, todos somos alumnos de Ramón Xirau.

El homenajeado “no se casa con ninguna posición, sino que respeta todas las posiciones y tiene curiosidad por todas (...) Hasta donde entiendo, Xirau huye de los sistemas y de una forma de filosofía que requiere argumentar para convencer, su acercamiento a la filosofía es más por afinidad, tiene una curiosidad inspirada en preocupaciones vitales: lo sagrado, lo místico, el silencio.

Tiene un acercamiento silencioso y atento a esta pluralidad de posiciones, de tal manera que podríamos decir que Xirau se aleja de la beligerancia argumentativa.

Extraordinaria labor

Para finalizar, Gloria Moreno Villegas, directora de la facultad, indicó: Doctor Xirau, esta facultad que ha sido su casa, el sitio donde se formó y al que tanto le ha dado, le rinde un fervoroso homenaje en reconocimiento a toda esa extraordinaria labor, al ser humano maravilloso, al espléndido poeta; nació para poeta, pero se forjó como filósofo, y esa es otra de las grandes enseñanzas.

En dos días, 16 especialistas disertan sobre la obra de Xirau con temas como el exilio, el amor, el tiempo, la poesía, el magisterio, el mismo Ramón Xirau. Las actividades concluyen este miércoles.

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