La búsqueda insaciable para satisfacer los deseos y el vacío que se encuentra al final de los anhelos cumplidos son aspectos que se desarrollan en Los predilectos, la segunda novela de Jaime Mesa (Puebla, 1977).

Una joven y hermosa mujer, un futbolista, un actor en decadencia, los integrantes de un grupo de rock, una actriz reconocida por una famosa serie de televisión y un periodista con cierto talento, son los personajes que desde su particular historia de vida se cuestionan el por qué hay un cierto vacío, aun cuando han llegado a la cima, el éxito y la fama.

Scarlett Kuzen es una chica talentosa, inteligente, sensible y bella heredera de una familia bien, quien tiene la vida resuelta haga lo que haga. Por ello decide salir de su burbuja de bienestar, contaminarse de la realidad.

Al cabo de dos años, experimenta distintos excesos, placeres y adicciones: desde la comida y las drogas hasta llegar a los límites sexuales de alto riesgo, pues asiste a cierto tipo de fiestas, especie de ruleta rusa, donde los asistentes se encuentran con los que desean contagiarse del virus del sida.

En una de esas fiestas se encuentra con Lynda Combs, la actriz protagonista de la serie de televisión que marcó su infancia y con quien, a partir de entonces, mantiene estrecha amistad.

Scarlett se da cuenta de que aun con toda la fama que tiene Lynda Combs, ésta muere en soledad. Perturbada por ese hecho, aunado a las consecuencias de su vida de excesos y su naciente deseo de ser la madre de un par de hijos perfectos, se interna de manera voluntaria en una clínica de rehabilitación.

Ahí conoce a Dimitri, Konstantin y Soseki, integrantes del grupo de rock Rusian Enemy, que no saben qué hacer con el enorme éxito que han obtenido a los 20 años (Grammys, dinero y fama), y que mientras se cuestionan qué van hacer los próximos 30 años de su vida, deben superar sus adicciones.

En ese centro, conoce también al actor Fred Astaire, a quien intenta seducir para que recaiga en el alcohol y el sexo. Durante su estancia, Scarlett comprenderá que siempre se tiene la necesidad de algo más y que una adicción sustituye o cubre a otra.

Una vez fuera de la clínica, conoce a Oku Wandan, un joven africano, seleccionado por un equipo de futbol de la Liga Premier.

La fama, entre las máximas drogas

Publicada por el sello Alfaguara, en Los predilectos, explica el escritor Jaime Mesa, “la cuestión es exponer el por qué nos sentimos tan vacíos, si se tiene todo lo que se anhela, socialmente hablando. Aquí se marca una diferencia entre el éxito y la fama. Esta última es una de las mayores ‘drogas’, junto con el consumo, que es potenciada por la televisión”.

Deseo, anhelos, fama, éxito y vacío van dibujando a los que vemos como los predilectos, los cuales aparentemente lo tienen todo, pero detrás de cámaras viven la infelicidad y el miedo a morir, concluye Jaime Meza, cuya primera novela lleva el título Rabia.