Además de ceder dos terceras partes de la exploración petrolera al sector privado, Pemex entregará a las compañías privadas –la mayoría trasnacionales– información estratégica y costosa sobre las más recientes localizaciones de campos susceptibles de contener hidrocarburos en tierra y en aguas territoriales del Golfo de México.

Javier Carrillo Soberón, ex secretario de la Comisión de Energía de San Lázaro y ex diputado federal, consideró inaceptable que toda la exploración hecha por Pemex y las certezas que construyó sean para que otros las resuelvan.

Según la documentación de la paraestatal entregada a la Secretaría de Energía (Sener) para la adjudicación de campos, yacimientos de petróleo y demás hidrocarburos sólidos, líquidos o gaseosos, una vez sumados los recursos prospectivos y las reservas incluidas en la solicitud, Pemex tendría garantizada su operación a los niveles actuales por sólo 36 años (hasta 2050). Sin embargo, las asignaciones que se le otorguen en la ronda cero (de exclusividad) sentarán la base de sus reservas y recursos prospectivos (aquellos que no se han descubierto pero que son inferidos y se estiman potencialmente recuperables mediante proyectos futuros).

La estrategia de la paraestal es detonar el gran potencial que tiene México en recursos prospectivos e involucrar a socios estratégicos ( alianzas con petroleras internacionales) para contribuir al desarrollo de campos técnicamente complejos o de altos niveles de inversión (por ejemplo, aceite extrapesado y aguas profundas), para lo cual tendrá que compartir la información geológica y sísmica.

Pemex conoce a profundidad las reservas de hidrocarburos y de recursos prospectivos, además de que ha realizado importantes avances en nuevas fronteras de producción. Por ejemplo, cuenta con información significativa de campos en aguas profundas y ultraprofundas en el Golfo de México, con la adquisición de estudios de sísmica de tercera dimensión (3D) por 124 mil 790 kilómetros cuadrados (km2).

También tiene amplios y costosos análisis geológicos y geoquímicos que han identificado seis playas potenciales de crudo y gas en lutitas, ubicados en Chihuahua, Sabinas, Burro-Picachos, Burgos y Tampico-Misantla-Veracruz.

Integrante del Comité Nacional de Estudios de la Energía (CNEE), Carrillo Soberón señaló que si las autoridades argumentan que lo que se requiere es inversión, pues que (el sector privado) empiece a invertir en explorar. Además de que esa información, dijo, costo mucho dinero y es estratégica para el país. Es saber en qué estamos parados en el terreno energético.

Especialista en el tema, vaticinó que ahora va a ser sujeto a una disputa de contratos y alegatos que van a acabar de coronarse con esta indefinición fiscal que quedó en la Constitución. No es posible hacer una corrida o un análisis económico de la reforma energética porque no esta definido el escenario financiero, aseguró.

En conferencia telefónica con inversionistas realizada ayer, se preguntó al encargado de Pemex Exploración y Producción, Gustavo Hernández, cuándo empezará el proceso para dar acceso a la información geológica de Pemex a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), a lo que respondió: “por la relevancia estratégica de la información, la semana pasada se firmó un acuerdo previo a la entrega de la solicitud de ronda entre el secretario de Energía, el director de Pemex y el presidente de la CNH, en el que se definen los mecanismos para acceder a esos datos.

“Es un volumen grande de mapas, planos, datos sísmicos y de producción, coordenadas e información asociada a cada campo, que sólo la impresión en papel de los datos relativos a cada campo solicitados por Pemex ocupa varias cajas, de tal suerte que este acuerdo permitió hacer la entrega de forma electrónica, con lo que esperamos ir cumpliendo los requisitos de la Sener para que con la asistencia de la comisión revisen la propuestas de Pemex y tengan la posibilidad de tomar la decisión sobre la solicitud hecha por la paraestatal.

Recientemente, Édgar Rangel, de la CNH, confirmó que en el futuro se pretende que la información geológica pase a ser un bien público que se concentre en el Centro Nacional de Hidrocarburos. La comisión tiene la clara intención de hacer pública la información sísmica y realizar convenios con la UNAM y el IPN, para que haya muchas cabezas identificando oportunidades para México.