Johannesburgo, 24 marzo.

Algunas veces siento miedo de ti, escribió Reeva Steenkamp un mes antes de ser asesinada por su novio Oscar Pistorius, según los mensajes de texto que la modelo envió por teléfono al atleta paralímpico, en los que deja constancia del temor que le infundía su carácter volátil y sus celos, y que este lunes fueron dados a conocer en el juicio por homicidio que se sigue contra el corredor.

El experto en telefonía móvil Francois Moller, quien tuvo acceso a mensajes que intercambiaron la modelo y Pistorius, dio a conocer el contenido de las conversaciones entre la pareja.

A veces tengo miedo de ti y del modo en que reaccionas, de cómo me humillas y de cómo actúas hacia mí, escribió Steenkamp menos de un mes antes de recibir disparos de Pistorius.

Ese mensaje contradice la versión del atleta, quien siempre aseguró que tuvo una buena relación con ella.

No creía que me criticarías, especialmente no tan fuerte y delante de otras personas. No puede ser que me ataquen desde fuera por salir contigo y que después me ataques tú, la persona que debería protegerme, le escribió Steenkamp en otro mensaje.

Moller reveló que la información hallada en el teléfono de la modelo ocuparía 35 mil páginas en caso de ser impresa. Agregó que más de 90 por ciento de los mensajes alusivos a la relación eran normales y amorosos. Pero algunos no tanto.

En la serie de mensajes en que Steenkamp dijo que Pistorius a veces le causaba miedo, se lee: Me haces feliz 90 por ciento del tiempo y pienso que somos maravillosos juntos.

Alude luego a situaciones en las que el atleta le hablaba mal porque mascaba chicles o tenía un acento diferente.

Lo único que quiero es amar y ser amada, dice la mujer. Ser feliz y hacer extremadamente feliz a alguien. Tal vez nosotros no podamos hacer eso. En este momento sé que tú no eres feliz y yo me siento muy infeliz y triste.

Mientras Moller leía los mensajes, Pistorius cerró los ojos y lloró. Se secó las lágrimas con un pañuelo y recuperó la compostura.

Los investigadores pasaron meses tratando de acceder a los mensajes. El atleta dijo que olvidó el código de seguridad de su teléfono.

Durante el día 14 del juicio, una cuarta testigo, Anette Stipp, afirmó que escuchó gritar a una mujer la noche de los disparos.