Sociedad y Justicia
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Tan caro que parece imposible: académico

Contener en 2 grados el calentamiento global cuesta 90 mil mdd
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La gente no está dispuesta a sacrificarse hoy por daños que están en el futuro, aseguró Robert Mendelshon, investigador de la Escuela de Estudios Forestales y Ambientales de la Universidad de YaleFoto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Domingo 23 de marzo de 2014, p. 34

Casi 80 por ciento de los impactos dañinos que traerá el cambio climático se verán en las zonas del planeta cercanas al Ecuador, por lo que México tendrá graves afectaciones por un aumento de la temperatura, aseguró Robert Mendelshon, investigador de la Escuela de Estudios Forestales y Ambientales de la Universidad de Yale.

El especialista participó en el seminario El cambio climático, sus impactos económicos y los avances en adaptación y mitigación, organizado por la UAM Azcapotzalco, donde señaló que, según los cálculos más recientes, el costo para conseguir que de aquí al 2100 la temperatura global no aumente más de seis grados centrígrados será de mil millones de dólares al año, “lo que en realidad es muy poco dinero. Si queremos que la temperatura aumente sólo 2 grados tendremos que gastar 90 mil millones de dólares anuales durante el siglo. Estamos hablando de más dinero de lo que el mundo se gasta en desarrollo.

Si quieren tener el planeta siete grados más caliente que hoy, no hagan nada y les cuesta cero. Es una opción, abundó. De lo que estamos hablando, dijo, es de adoptar un enorme compromiso, pues mitigar el incremento de la temperatura es tan caro que mucha gente cree que no es posible. Los costos mencionados, señaló, implicarían la participación y el compromiso de todos los países y sectores de la economía a largo plazo, pues de lo contrario va a ser el doble de caro el costo de la mitigación.

Sin embargo, el economista ambiental consideró que dados estos costos y la falta de acuerdos entre las naciones, “lo más seguro es que no vamos a poder detener el cambio climático por completo. Casi no hay dudas de que la solución final implicará cierto calentamiento. Y si vamos a tener este calentamiento, tendremos que adaptarnos.

Tendremos que aprender, entre otras cosas, a priorizar el uso del agua. Señaló que en un país como México, en el que casi la mitad de las lluvias proceden de tormentas tropicales, para enfrentar el calentamiento global y las sequías que este podría traer a nuestro país en 50 años, una estrategia podría consistir en crear grandes presas, que se vieran ridículas de tan enormes, para captar e impedir que llegue al mar o cause inundaciones y así convertir estas precipitaciones en algo beneficioso.

El cambio climático va a ser difícil, no hay que dudarlo, afirmó. El problema es que como sus peores efectos se verán al final del siglo, la gente no está dispuesta a sacrificarse hoy para daños que están tan en el futuro. Esa es la maldición del cambio climático. Allá adelante es cuando llegarán los grandes desastres, donde pagaremos el precio de no hacer los sacrificios hoy.

Cuestionado sobre los planes del gobierno mexicano para impulsar la extracción de gas shale del subsuelo, el especialista señaló que este gas es en realidad el combustible del futuro y que debería pensar en utilizarse en la segunda mitad del presente siglo, cuando ya no haya hidrocarburos disponibles.