Sábado 22 de marzo de 2014, p. 26
Sao Paulo. Los directores de la petrolera estatal brasileña Petrobras se reunieron este viernes en una sesión especial de la junta en medio de un escándalo sobre la adquisición en 2006 de una refinería de crudo en Texas que amenaza con involucrar a la presidenta Dilma Rousseff. Una directiva de Petrobras confirmó la reunión, pero no proporcionó más detalles y pidió no ser identificada, porque no está autorizada a hablar con la prensa. En 2006 Petrobras pagó a la empresa belga Astra Oil 360 millones de dólares por una participación de 50 por ciento en Pasadena Refining System. Un año después, Astra Oil ejerció una llamada opción de venta a precio fijado
para que Petrobras comprara el 50 por ciento restante. La compañía brasileña se negó pero en 2012 perdió un caso de arbitraje en Estados Unidos. Intereses y honorarios elevaron el precio por ese 50 por ciento restante de la refinería a 820.5 millones.