La Fundación María y Héctor García enfrenta una crisis debido a la falta de recursos económicos, aunque sigue en funcionamiento, pero no sé hasta cuándo, señala María García, viuda del fotógrafo mexicano que captó el desarrollo de la cultura y la vida social del país a lo largo de 70 años.

Hasta ahora, prosigue la fotógrafa, los recursos se han obtenido mediante becas, venta de fotos, y del dinero que yo tenía destinado para ello, indica en entrevista.

La fundación y la galería se inauguraron en 2009, con la finalidad de que el archivo de Héctor García (1923-2012) “no se quede muerto, que sirva para algo. Son 70 años de fotografía que hicimos Héctor y yo, desde actos, cultura, arqueología, carreteras. Todas las fotos de Los indios de México (libro de Fernando Benítez) las hizo Héctor. Tengo fotografías del nacimiento de Baja California, de la carretera Panamericana. Hay material que puede servir para libros y no quiero que se pierda. Pero se me está acabando el dinero”.

Se requieren, según un cálculo rápido, un millón 200 mil pesos anuales para pagar salarios y gastos de mantenimiento y operación. Mes con mes se me van como 80 mil pesos en salarios y es necesario construir una bóveda para resguardar el material.

“Tuve tres becas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), que sirvieron para pagar a los que comenzaron la digitalización. Con esos recursos pagamos a tres personas y se digitalizaron creo que 4 mil negativos nada más de un millón 700 mil.

Falta contabilizar las imágenes en color. Héctor hizo gran cantidad de fotos de color, transparencias, de viajes, de todos lados, que no está contabilizada, además de mi archivo, que tampoco está contado. Entonces sí necesito tener los muebles adecuados y catalogar y guardar bien. Se necesita dinero para archivar, las bóvedas, la conservación.

El año pasado pedimos una beca a la Cámara de Diputados y a otros, pero no me tocó suerte. Cuando murió Héctor, en 2012, en Bellas Artes dijeron que me iban a dar para las bóvedas, pero cambió la administración y ya no hubo ningún apoyo. Este año tampoco logré la beca del Fonca, que la dan varias veces y luego un año no. Tuve que despedir a dos chicas porque ya no tenía para pagar.

Veintiún exposiciones

–¿De continuar así, en cuánto tiempo ocurriría el cierre?

–No te podría decir, porque he logrado cosas. Ahorita hay dos proyectos donde voy a ganar algo, no mucho, por lo menos para quien me ayuda con el archivo, continuar catalogando.

Sí están dando becas para que se haga cultura, pues aquí ya está hecha la casa, muchas cosas, sólo un poco de tener mantenimiento y que se vaya documentando todo perfectamente bien, para que la gente venga, escritores, investigadores. Hay muchos datos, libros, revistas. No quiero dejar esto a medias, trato de hacer lo más que pueda en el tiempo que me quede.

Hasta el momento, agrega, no ha buscado al presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa, para pedir ayuda pero sí hay planes de hacerlo. “Quisiera mostrar lo que hemos hecho en estos años: 21 exposiciones –siete colectivas y 14 individuales–”, y el pasado miércoles se inauguró la muestra Ser mujer, que reúne 86 obras de 52 fotógrafas.

El acceso a la galería es gratuito. Me han propuesto que se cobre la entrada, pero no me parece. Lo importante es que la gente acuda y aprenda. También se han dado talleres en ese espacio, ubicado en Cumbres de Maltrata 581, 2a colonia del Periodista.

A la par de su labor de fotógrafa, María García continúa organizando el legado de don Héctor. Sigo encontrando documentos, papeles, como un cheque de hace 10 años por 9 mil 500 dólares que Héctor no cobró. Voy a intentar cobrarlo.