Sociedad y Justicia
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Este año podría afectar al país, con incendios forestales y sequías intensas

Preocupación en México por el fenómeno de El Niño, señala el Nobel Mario Molina
 
Periódico La Jornada
Martes 18 de marzo de 2014, p. 36

El calentamiento del océano Pacífico que altera el clima, conocido como fenómeno de El Niño, el cual podría ocurrir este año, se ha intensificado con el cambio climático y es una de las mayores preocupaciones, señaló el premio Nobel Mario Molina.

En México este meteoro es uno de los causantes de incendios forestales y el peor año para el país ha sido 1998, cuando se reportaron 14 mil 445 incendios que afectaron 849 mil hectáreas, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) refiere que El Niño se mantiene en fase neutral, pero las condiciones de la atmósfera y del océano Pacífico indican que son favorables para su desarrollo a partir del verano.

En entrevista, Molina explicó que “hay fenómenos naturales como El Niño y La Niña, pero con el cambio climático estos fenómenos se intensifican. Algunas de las proyecciones del cambio climático indican que podría haber aumento considerable de la temperatura. Hay gran variabilidad natural del clima, y debemos entender que esto siempre ha sucedido”. Si el planeta se está calentando poco a poco, “son los extremos los que nos preocupan.

El SMN explicó que El Niño y La Niña se forman entre abril y junio y alcanzan su fase de madurez entre diciembre y febrero; pueden persistir de 9 a 12 meses en promedio, pero ha habido eventos mucho más largos, que han durado dos años, no tienen un periodo definido y son recurrentes entre cada dos y siete años.

Entre los fenómenos intensos ocurridos en México están los de 1982-1983 y 1997-1998, que en México han generado altas temperaturas con sequías en la mayor parte del país, a excepción de las penínsulas de Baja California, Yucatán, y el sur de Veracruz, en el norte de Chiapas y en Tabasco. Generalmente, cuando hay condiciones de El Niño, en el océano Atlántico hay menos huracanes, pero aumentan en el Pacífico.

De acuerdo con las estadísticas ambientales de la Semarnat la intensidad de El Niño explica por qué buena parte de la superficie de México quedó incendiada, sobre todo si se considera la intensidad durante dos años consecutivos. En los últimos 30 años, los episodios de incendios de gran magnitud ocurrieron en 1988 y 1998, en éste último años el océano permaneció caliente durante los primeros meses tras un fuerte evento de El Niño en el año previo. Esta coincidencia exacerba la intensidad y duración de la sequía y puede provocar incendios de proporciones catastróficas, señala la dependencia.

Agrega que algunos investigadores sostienen que el calentamiento global probablemente esté detrás de la frecuencia con la que se ha presentado El Niño, de ser así, es previsible que México sufra sequías intensas en el futuro, con los consecuentes incendios forestales.