Munich, 14 de marzo.

El giro que ha tomado el caso de Uli Hoeness, presidente del club alemán más rico y exitoso de la Bundesliga, Bayern Munich, no se esperaba en Alemania.

Hoeness renunció al recurso de apelación y aceptó la sentencia, sólo un día después de haber sido condenado a tres años y medio de prisión por el delito de evasión de impuestos de más de 28 millones de euros. Renunció al mismo tiempo a todos los cargos dentro del Bayern, la presidencia del equipo y el consejo de vigilancia.

En un afán de que la escuadra no se vea perjudicada, declaró que su decisión fue consultada con su familia: “La evasión fiscal fue un error, la equivocación de mi vida, y enfrentaré las consecuencias.

Esta decisión corresponde a lo que considero responsabilidad personal y decencia y con esto quiero evitar dañar a mi club. El Bayern Munich es el trabajo de mi vida y permaneceré vinculado a este gran equipo y su gente de otra manera por el tiempo que viva.

La canciller alemana, Angela Merkel, quien en el momento en que se destapó el escándalo en 2013 declaró haberse sentido decepcionada por la actuación de Hoeness, expresó su reconocimiento por la decisión del directivo: El hecho de que Uli Hoeness haya aceptado el veredicto merece mi mayor respeto.

La afición futbolera de Merkel es conocida y celebrada en Alemania. Asiste con regularidad a los partidos de importancia de la selección nacional.

Por su parte, Pep Guardiola, entrenador del Bayern, comentó: Debemos seguir adelante con lo que hemos aprendido de Uli, él es y seguirá siendo mi amigo.

Una vez resueltos todos los pormenores judiciales, se espera que Hoeness comience su condena en las próximas semanas.

Se han dado a conocer detalles del próximo hogar de Hoeness, al que se le llama el Alcatraz bávaro, ubicado en la ciudad de Landsberg am Lech, al sur de Munich.

En esta prisión cumplió condena nada menos que Adolfo Hitler, entre 1923 y 1924, por intento de golpe de estado contra la República de Weimar. Se sabe que fue durante ese tiempo cuando redactó buena parte de sus memorias publicadas bajo Mein Kampf (Mi lucha). Criminales nazis cumplieron también ahí condena al final de la Segunda Guerra Mundial.

La celda de Uli Hoeness será un espacio de entre ocho y 10 metros cuadrados. Dentro de prisión podrá desarrollar alguna actividad laboral que, de acuerdo con las reglamentaciones alemanas, es remunerada entre 1.60 y 1.77 euros por hora (alrededor de dos dólares por hora).

El sistema judicial alemán contempla que las condenas por fraude fiscal pueden ser revisadas por buen comportamiento del reo, considerando una liberación anticipada una vez cumplidos dos tercios de la condena.

Al mismo tiempo, las autoridades carcelarias pueden también recompensar ese buen comportamiento autorizando al recluso para que forme parte de un sistema de prisión a puertas abiertas, en el que es posible pasar un número determinado de horas e incluso buena parte del día fuera de las instalaciones de la prisión –con su familia o amigos– y estar obligado únicamente a pernoctar en su celda.