Derivado de la violencia que prevalece en el país, el periodismo ha pagado una cuota de sangre muy alta, sostuvo Blanche Petrich, periodista de La Jornada, quien recordó en el Día Internacional de la Mujer el asesinato de Regina Martínez –corresponsal del semanario Proceso–, ocurrido en abril de 2012 en Jalapa, Veracruz.

Al participar, en representación de la directora general de esta casa editorial, Carmen Lira Saade, en el foro La Asociación Nacional de Abogados Democráticos y la Defensa de los Derechos de las Mujeres, la reportera de asuntos especiales lamentó que en México el periodismo se haya convertido en una labor de alto riesgo y que la constante en los casos de homicidios, amenazas y atentados en contra de periodistas sea la impunidad.

En este día quiero rendir un homenaje a una compañera periodista muy valiente, la veracruzana Regina Martínez. Ha sido la única periodista de un medio nacional asesinada, su caso ha sido emblemático. Creo que de muchas maneras representa este reclamo de nosotros como gremio periodístico, y esperamos que del resto de la sociedad, especialmente de los abogados y abogadas, de no cejar en reclamar en contra de la impunidad que cubre el crimen de Regina, la misma impunidad que sigue dando luz verde al crimen organizado y a las autoridades corruptas para seguir matando periodistas.

En su ponencia Situación de los derechos humanos de las mujeres periodistas, la comunicadora también se refirió a los homicidios de mujeres por razones de género y al hecho de que “después de décadas que han corrido ríos de tinta sobre los feminicidios continúe la impunidad campeando en todos estos casos, y nuevas muchachas se sigan sumando a las cifras de esta forma de violencia inaceptable”.

Lamentó también que en algunos ámbitos del periodismo la noticia es una mercancía y que las causas y los movimientos populares que las enarbolan sean distorsionados y equiparados con movimiento vandálicos a los que haya que reprimir y acotar con el uso de la fuerza, según reclaman voces del espectro más conservador.

Indicó que ante este intento de los grandes corporativos de la información, afines al poder, de denostar las causas de diversos trabajadores y sectores sociales y de mostrar como aciertos “logros invisibles para la mayoría, pero muy contables en el bolsillo de unos cuantos, periódicos como La Jornada y medios alternativos buscan democratizar la información”, dar voz a las víctimas, hacer un periodismo consciente y veraz, que desnude la falsedad de muchas de las versiones oficiales.