París, 8 de marzo.

Francia y Estados Unidos podrían tomar, ante la falta de progresos en una solución a la crisis en Ucrania, nuevas medidas contra Rusia, anunció hoy la presidencia francesa tras una conversación telefónica entre François Hollande y Barack Obama.

Después de insistir en la necesidad de que Rusia retire las fuerzas enviadas a Crimea y hacer todo lo posible para permitir el despliegue de observadores internacionales, ambos jefes de Estado destacaron que si no hay progresos se tomarán nuevas medidas, que afectarán considerablemente las relaciones entre la comunidad internacional y Rusia, algo que no conviene a nadie, afirmó el Palacio del Elíseo en un comunicado.

En las graves circunstancias actuales, Hollande y Obama destacaron la importancia de que Rusia acepte rápidamente la formación de un grupo de contacto, con miras a favorecer una salida pacífica a la crisis y restaurar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, agregó el comunicado de la presidencia francesa.

Este sábado, Obama continuó las consultas vía telefónica sobre la crisis con los primeros ministros David Cameron, de Gran Bretaña, y Matteo Rienzi, de Italia, informó el vocero adjunto de la Casa Blanca, Josh Earnest.

También conversó con la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, y los mandatarios de Letonia, Andris Berzins, y Estonia, Hendrik Ilves.

El secretario de Estado John Kerry advirtió al ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, que el margen para negociaciones se cierra rápidamente, durante una conversación telefónica.

Kerry dejó en claro que los pasos para anexar Crimea a Rusia y una continuada escalada militar cerrarán cualquier espacio disponible para la diplomacia, y manifestó la disposición de Washington de tender un diálogo directo entre Kiev y Moscú, de acuerdo con un comunicado del Departamento de Estado.

En tanto, el Ministerio de Defensa ruso considera congelar las inspecciones de Estados Unidos a su arsenal en respuesta a las sanciones impuestas por el gobierno de Obama, informó el diario The Washington Post.

A todo esto, el gobierno alemán desmintió que la canciller Angela Merkel haya condicionado su participación en la cumbre del G-8 en junio en Rusia a la evolución de la crisis en Crimea, como informó el semanario Der Spiegel.