Rompería el pacto entre panistas que apoya a González Morfín
Miércoles 29 de enero de 2014, p. 21
Ricardo Anaya Cortés, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, se perfila para mantenerse en esa posición, a pesar del acuerdo interno entre panistas para que José González Morfín lo sustituya a partir del primero de febrero y hasta el 30 de agosto.
Anaya Cortés ha conseguido el respaldo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de un sector del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y de un grupo importante de panistas para continuar al frente de la presidencia de la Cámara. Incluso, en entrevista publicada en este diario, expuso que su estancia corresponde ser votada por el pleno, determinación a la que él se ajustará sin cortapisas.
El pasado mes de diciembre, el legislador queretano accedió a responder sobre el acuerdo interno entre panistas para incluir a González Morfín en la presidencia cameral, en lugar suyo: “Como lo hemos dicho, efectivamente, nosotros tenemos acuerdos en el grupo. La mesa directiva, por ley, se elige por las dos terceras partes del pleno, como lo he dicho, quiero ser muy respetuoso del pleno, porque nosotros no podemos predeterminar su voluntad. Sí es cierto que nosotros tenemos acuerdos al interior del grupo y en su momento estaríamos procesándolos en la Cámara. Será algo que se resuelva el próximo año y lo cierto es que en última instancia nosotros lo resolveremos al interior del grupo y será el pleno el que tenga la última palabra
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El pasado mes de agosto los diputados federales del Partido Acción Nacional (PAN) concretaron un acuerdo para dividir en dos periodos, de seis meses cada uno, la estancia de uno de ellos al frente de la mesa directiva.
Ricardo Anaya, joven político queretano, mantenía el respaldo mayoritario de sus compañeros, no obstante, el calderonista José González Morfín externó interés por presidir la Cámara de Diputados.
El papel del michoacano González Morfín sólo se ha circunscrito a intervenir como vicepresidente de la mesa directiva, y al interior de su grupo parlamentario no goza de un respaldo amplio, pues se le considera un político sin arrastre y sin propuesta.
Para evitar en ese momento un diferendo, el presidente de los panistas, Gustavo Madero, propuso que la presidencia se dividiera semestralmente e iniciara en esa posición Ricardo Anaya.
El queretano, a pesar de carecer de experiencia en el proceso de dirección legislativa, dio muestras de control, estabilidad y una notable cultura, lo que le valió que a la fecha el PRI, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y un sector de perredistas consideren que él debe continuar al frente de la mesa directiva.