Moscú, 27 de enero.

La víspera de la crucial sesión extraordinaria de la Rada en Ucrania, convocada para este martes, se volvieron a reunir esta noche, ya por cuarta ocasión, el presidente Viktor Yanukovich y los tres líderes de los principales partidos de oposición.

Según Elena Lukash, ministra de Justicia y portavoz de Yanukovich, acordaron una ley de amnistía que beneficiaría a los detenidos por participar en los enfrentamientos violentos, que tendrían vigencia sólo si los manifestantes desocupan los edificios gubernamentales, y derogar el paquete de enmiendas y leyes que restringen los derechos de reunión y de expresión, sustituyéndolas con nuevas leyes que se correspondan con los estándares europeos.

Yanukovich se comprometió a disolver el gobierno de su aliado Nikolai Azarov si los diputados aprueban mañana, al discutir el punto sobre la responsabilidad del gabinete en esta crisis, una moción de censura.

Lukash, igual que las agencias noticiosas y canales de televisión ucranianos, informaron también que Arseni Yatseniuk, de Baktivschina (Patria), y Vitali Klichko, de UDAR (Golpe), rechazaron los cargos de premier y vicepremier, respectivamente, que les ofreció Yanukovich el sábado anterior.

Los opositores no quieren encabezar un gobierno maniatado al tener Yanukovich la última palabra en la toma de decisiones y, por eso, plantean el retorno a un sistema político similar al que definía la Constitución de 2004 y que presupone un importante recorte de las facultades presidenciales.

Para asumir ese desafío, antes de emprender una reforma constitucional que cambie el sistema político mediante un referendo, los adversarios de Yanukovich proponen convocar a elecciones anticipadas para presidente y diputados, demanda que declina el mandatario.

Con la presión de la calle, las negociaciones continuarán y en la Rada, este martes, se podrá ver si los diputados oficialistas se ciñen a la línea que marca la presidencia o algunos votarán por su cuenta, pues estos días los legisladores de la bancada del mayoritario Partido de las Regiones hicieron declaraciones contradictorias.