Para que México recupere la producción de café que tuvo hace casi tres lustros –6.2 millones de sacos– es necesario renovar 70 por ciento de las plantas y que cada productor tenga al menos 2 mil 500 por hectárea en los próximos cinco años, dijo Belisario Domínguez Méndez, director de Productividad y Desarrollo Tecnológico de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

La meta es lograr sembrar 30 a 35 millones de nuevas plantas anualmente, pero nos encontramos que en el país no hay viveros tecnificados ni hay semilla. Todo lo estamos iniciando nuevamente. El gobierno anterior dejó todo el esquema a los privados y por eso ahora está la restructuración, la cual está orientada a organizar a los caficultores y sean ellos quienes tengan viveros tecnificados y produzcan semilla.

Agregó que la roya –hongo que causa la caída prematura de las hojas–, la falta de renovación de las plantas, algunas de las cuales tienen hasta 100 años, y el abandono de las plantaciones son los factores que han incidido en la caída de la producción. Hay lugares en donde hay 500 plantas por hectárea, cuando en otros países hay 3 mil y hasta 5 mil plantas. Hay que transformar, restructurar otra vez a la caficultura nacional.

Además, explicó en breve charla tras la apertura de la muestra Consume Café de México en las instalaciones de Sagarpa, el café es un cultivo perenne. Cada año tiene una alternancia, es decir el año pasado produjo mucho pero este tiene que recuperarse para volver a tener suficiente hoja y por eso los altibajos en la producción; si a ello se suma la falta de renovación de las plantas, entonces hay improductividad y por eso la producción pasó de 6.2 millones de sacos a 5.8 y luego a 4.2 millones.

Sin embargo, negó que haya una caída de 60 por ciento en la producción del grano. Estamos en plena recuperación. Si tuviéramos esa caída tendríamos que importar café arábiga y eso no va a suceder. Para este ciclo se estima una producción de entre 3.8 millones y 4 millones de sacos (de 60 kilos cada uno); el anterior fue de 4.2 millones de sacos.

Aseguró que en los 12 estados productores de café iniciará la renovación de las plantas para cubrir, en cinco años, 70 por ciento de las casi 750 mil hectáreas sembradas con cafetos.

La pretensión de esta administración, expuso, es dejar las bases de la productividad del campo y empezar a cosechar en los próximos años. Esto no es como el maíz que se siembra y cosecha en el mismo año; en el caso de las plantas nuevas del café hay que esperar dos o tres años para tener los primeros granitos.La renovación de los cafetos, abundó, no será fácil, pues los productores tienen sus propias variedades; lo que tenemos que hacer es que pongan más plantas por hectárea y que en cinco años tenga 2 mil 500 por hectárea. También hay que tomar en cuenta que la producción del grano está en el cinturón de la pobreza del país, pues 155 de los 400 municipios de la Cruzada Nacional contra el Hambre están en zonas cafetaleras y eso hay que cambiarlo. En esta administración se dará una justa dimensión a la producción del café arábiga y al robusta.