Denver, 18 de enero.

Peyton Manning y Tom Brady acaparan la atención en un choque sin pronóstico entre los Broncos y los Patriotas, mientras los Halcones Marinos son favoritos sobre los 49ers, en duelos que definirán este domingo el Superbowl 48.

En esta ciudad, los legendarios mariscales de campo sostendrán el que podría ser su último enfrentamiento, mientras en Seattle se enfrentarán dos de las defensivas más implacables de la NFL, rumbo al gran duelo del 2 de febrero en Nueva York.

Peyton ha ganado cuatro veces el premio al jugador más valioso de la liga, y el quinto podría llegar en unos días. También es el dueño de las marcas para un temporada en cuanto a yardas acumuladas con pases, así como anotaciones, y pudo hacer resurgir su carrera tras sufrir una grave lesión en el cuello.

Brady ha sido líder de cinco equipos que han disputado el Superbowl y campeón en tres. Fue dueño de los récords que Manning ahora ostenta y cumplió una temporada regular invicta. Aventaja 10-4 en el mano a mano con Manning, pese a que a cada rato tiene que adaptarse a nuevos compañeros y últimamente ha tenido que soltar pases a receptores de segunda fila.

Manning y Brady se enfrentan por quinceava ocasión, y por cuarta en una postemporada, cuando los Broncos (14-3) reciban a los Patriotas (13-4) en el partido por el campeonato de la Conferencia Americana.

El ganador del duelo entre los dos mejores pasadores en una era en la que los quarterbacks nunca habían sido tan brillantes podría quedarse con la última palabra sobre el debate acerca de quién es el mejor. No es tanto por el balance de victorias y derrotas, sino porque esta podría ser la última vez que se midan con tanto en juego.

El encuentro también podría definir su legado. Un motivo por el cual Brady supera a Manning en el mano a mano, además de un 2-1 en los playoffs, es que ha contado con un equipo más completo.

Este año, sin embargo, prácticamente ha sido el hombre orquesta en Nueva Inglaterra, algo ilustrado por el hecho de que los Patriotas se encuentran en esta instancia, pese a que Brady acumuló 25 touchdowns, menos de la mitad de la cifra récord de 55 alcanzada por Manning.

Sin Rob Gronkowski, Aaron Hernández o Wes Welker para lanzar sus pases, Brady supo salir adelante con la ayuda del entrenador en jefe Bill Belichick y el coordinador ofensivo Josh McDaniels, ex timonel de los Broncos.

Manning se sometió a varias cirugías en el cuello y con dudas sobre si su brazo podría seguir siendo efectivo. Su registro de cinco mil 477 yardas y todos esos pases de anotación se deben a su capacidad y también a un talentoso grupo de jugadores a su alrededor, como Welker, Eric Decker, Demaryius Thomas y Julius Thomas.

Este domingo, Brady procurará sacar provecho de una menguada secundaria de Denver que acaba de perder al cornerback Chris Harris Jr., lo que obligaría a Champ Bailey –lesionado durante buena parte de la temporada– a cargar con una mayor responsabilidad en la defensa.

Brady tiene 36 años y Manning 37, así que esta puede ser la última cita entre ambos.

En Seattle también se realizará una dura batalla. Desde la patada inicial que puso en marcha la temporada, en septiembre pasado, los 49ers y los Halcones Marinos parecían destinados a enfrentarse por la corona de la Conferencia Nacional (NFC).

Con las defensivas más implacables de la conferencia, expertas en conseguir balones perdidos e infundir temor en los oponentes, Seattle (14-3) ganó la división Oeste con un partido de ventaja sobre San Francisco (14-4).

Las ofensivas, aunque no son tan intimidantes, tienen los elementos necesarios de un campeón: buenos ataques por tierra, mariscales efectivos y dinámicos y sólidas líneas.

El CenturyLink Field tal vez es el estadio más complicado para los visitantes en la NFL, con un diseño que hace que el ruido del público sea ensordecedor.

En las dos recientes temporadas Seattle se ha convertido en un cuadro prácticamente invencible en su cancha, al acumular marca de 16 partidos ganados y una derrota, que sufrió este año ante los Cardenales 17-10.

Lo que debe tener preocupado a San Francisco es el hecho de que el corredor de los Halcones Marinos, Marshawn Lynch, le tiene tomada la medida, pues en los últimos cinco encuentros que ha disputado en su contra ha avanzado en promedio 98 yardas, para promediar 4.3 por acarreo.

Sin embargo, Seattle no contará con su receptor Percy Havin, quien la semana previa en el duelo contra Nueva Orleáns salió conmocionado.

La duda es saber cómo será el comportamiento de los jóvenes mariscales Colin Kaepernick y Russell Wilson.