Cocodrilos y roscas
as comunidades de emigrantes tienden a reproducir sus costumbres en su nuevo lugar de residencia. Ha sido el caso de los exiliados españoles que llegaron a nuestro país gracias a la visión y apertura de Lázaro Cárdenas del Río, con motivo de la Guerra Civil Española. En el mercado de San Juan y sus alrededores pronto pudieron adquirirse algunas especialidades.
Es el caso de La Catalana, famosa por sus butifarras y otros embutidos que saboreaba con gusto nuestra inolvidable Ana María Cama, y el de La Selecta, pastelería fundada por Aurora Valle Lombide en la calle de Santos Degollado. Por ser la dueña vizcaína, pronto se le conoció como La Vasca, nombre que mantiene hasta ahora la pastelería, situada en avenida Cuauhtémoc, del Distrito Federal.
El documento notarial por el que doña Aurora cedió los derechos de su pastelería al señor José Trinidad Huerta González, tiene varios datos de interés. Declara Valle Lombide, haber fundado una pastelería única en surtir especialidades estilo vasco. Y continúa: “Es así que mostré a la gastronomía mexicana mis productos; pronto mis postres fueron recibidos con gran satisfacción y elogios por diversas familias, así como seleccionados por los mejores restaurantes del Distrito Federal, para consentir a sus comensales.
Entre las casas que recibían estas especialidades, destacan algunas que aún existen y otros que hicieron época en las década de los 60: La Mansión, Napoli, Hostería Romano, Prendes, Caserío Vasco, Riscal, el Winston Churchill, el Café La Blanca y el Mauna Loa.
Son muchas las personas que están llegando a las 70 primaveras y más, que recuerdan a aquella mujer bondadosa, robusta, que con cariño ofrecía a los entonces niños algún pastel que apenas salía del horno. En varias fechas del calendario festivo y del ciclo de vida, estaban presentes los sabrosos brazos de gitano, rusas, tostones de Vergara (su tierra de origen), napoleones, yemas, suizos bartolos, pastelillos de moka, trufas y eclaires.
Los sismos del 85 dañaron el local de la pastelería; entonces, doña Aurora pidió al señor Huerta, que la atendiera en el actual lugar. Por haber sido un empleado que desarrolló sus actividades con esmero y entereza
, demostrándole honestidad y honradez, valores por los que lo consideré un empleado de toda mi confianza
, le cedió los derechos del nombre y recetas de los postres y pasteles, con respeto y ánimo de mantener en alto el origen de la creadora y fundadora de la Pastelería La Selecta
. Es así que en estas fiestas pueden probarse especialmente, los cocodrilos de almendra y las roscas de Reyes, tal como ocurría en 1950.