El nanotecnólogo presentó en México el libro Hay futuro: visiones para un mundo mejor
Necesitamos decisiones globales sobre el rumbo de la humanidad; existen muchas preguntas éticas ante la certeza de que la ciencia será otra en 150 años
, considera el experto
El ejemplar compila las reflexiones de investigadores del mundo sobre las posibilidades de la tecnología
Martes 31 de diciembre de 2013, p. 2
El futuro está a la vuelta de la esquina y con él una serie de cambios tecnológicos y sociales que suenan a ciencia ficción, pero no lo son: inteligencia artificial, robots, máquinas que superan las capacidades físicas e intelectuales humanas, la cura de las principales enfermedades, la preservación de la memoria, ¿acaso la inmortalidad, o la aparición de una nueva especie: el hombre de silicio?
Así plantean los autores compilados en el libro Hay futuro: visiones para un mundo mejor, quinto título anual de la colección que edita el banco BBVA Bancomer acerca de grandes temas de la época contemporánea
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Investigadores y científicos del mundo ofrecen en esa obra un panorama conformado por preguntas, más que por predicciones. Sobre todo, tienen el propósito de provocar reflexiones en el lector, convencidos de que, como decía Albert Einstein, tendremos el futuro que nos hayamos merecido
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¿Podrán las máquinas ya denominadas emergentes ser mentirosas, conservadoras, liberales o incitar a la guerra? ¿Podrán los hombres artificiales (construidos con circuitos de silicio) tener emociones?
El especialista en nanotecnología Sandip Tiwari (India, 1955), uno de los especialista incluidos en el libro, afirma: Sin duda creo que esto podría ser posible
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¿Y cómo evitar que los poderosos sigan aprovechando los avances científicos en su favor, o que la humanidad repita errores como el Holocausto?
El también catedrático de la Universidad Cornell de Ithaca, Nueva York, responde: Con educación, educación, educación
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En entrevista con La Jornada, el científico y humanista, quien se encuentra de visita en México, dice que “desde siempre, quienes poseen la tecnología han tenido el poder. Hace siglos, quien tuvo el suministro de agua lo utilizó para hacer lo que quiso. Quien tenga una tecnología, por simple que sea, lo hará. Si eso ocurrió en el pasado, ocurrirá en el futuro, y existe la posibilidad de conflicto entre quienes tienen el poder y quieren todo para ellos, y las personas a las que pretenden hacer a un lado.
“Pero hay ejemplos en los que la ciencia y la tecnología han ayudado a que a los pobres les vaya mejor.
“No creo que los pobres de hoy día lo sean más que los de hace 50 o cien años; además, están mejor en cuanto a atención de enfermedades, así como en acceso al agua y alimentos. La decisión está en nostros.
“Es decir, tenemos que encontrar valores y sistemas para poder tomar buenas decisiones, pues lo que es bueno para Estados Unidos puede que no lo sea para México. Hay que poner reglas para el bienestar de la sociedad, sobre todo, encontrar mecanismos para cumplirlas.
Antes, cuando las sociedades eran pequeñas, la religión solía implementar esas reglas. Hoy el problema radica en que debe haber reglas buenas para todo el planeta. No hemos llegado a esa organización, a ese sistema de valores. Los gobernantes deberían tratar de implementarlos.
El área de investigación del doctor Tiwari abarca los dispositivos ópticos y semiconductores, pero también trabaja activamente para lograr la cooperación internacional acerca de las posibilidades de la nanotecnología.
Reitera que para conseguir que la ciencia y la ingeniería tomen un rumbo democrático al servicio de las necesidades humanas, la única herramienta está “en la educación, porque a todos se nos da la misma información, pero ello no significa conocimiento.
“El acceso a la educación debe ser igualitario. Es una acción simple que nadie debería controlar. Pero ahora vemos que los poderosos quieren controlar la información. En el pasado ya lo vimos, se propagaban rumores, y eso tenía un costo. Debido a los rumores una persona puede llegar a matar. Lo que sucede ahora en las redes sociales no difiere de lo que sucedía antes de la era de Internet. Hay quienes responden a los rumores.
Detener ese flujo de mala información no debería ser sólo labor de los gobiernos, porque ellos tienen su propia agenda. Debería haber mucha gente involucrada que pudiera hacerlo, por ello es importante la educación. Aunque los cambios buenos se cocinan lentamente y se necesita un grupo de personas buenas que guíen esos cambios.
Tiwari señala que las personas tienen la capacidad de decidir qué tan lejos irá la humanidad con la tecnología, “pero necesitamos que esa decisión sea global, porque existen muchas preguntas éticas ante la certeza de que la ciencia será otra en 150 años.
“La sociedad no está lista para ello, y esa es una situación que no es diferente de los problemas que tuvimos en el pasado, cuando cometimos errores. Por ejemplo, sólo porque sabíamos cómo hacer una bomba nuclear, no teníamos la razón ni un objetivo para hacerla.
Es muy difícil decir a cada país qué debe hacer, pero si todas las personas de cada nación estuvieran educadas, se vería el efecto. No obstante, necesitamos al menos cien años más para que todo mundo pueda obtener educación, la única forma de que todos seamos felices.
La publicación del libro Hay futuro: visiones para un mundo mejor, forma parte del programa OpenMind impulsado en 2011 por BBVA Bancomer, para generar y difundir conocimiento en beneficio del conjunto de la sociedad
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